“Todos son mis hijos... Orad por todos (María de La Paz) - Si Si amais a quienes os aman, Qué mérito tendreis... Orad por quienes os persiguen... (Jesús)” “Pasión Según Gaza en Medugorje"
Aún en ropaje religioso, este implícito "diálogo" -más bien ruego, "oración" subteránea- bajo otras formas, otros lenguajes, debajo de la piel de la vida, viene dándose entre los hombres. Y tiene una viejísima data. Desde los siglos antes de Cristo y después de él, incesante se repite, como si aspirara ser gota que de tanto gotear taladre la piedra, hendirla, y del seno de sus dos mitades hacer brotar otra vida donde el amor, el trabajo creador y la fuerza del espíritu humano sean manifestaciones para perpetuarla. En nuestro tiempo, la "oración" no es suficiente. Es necesario la acción del verbo. Hasta el momento es solo una aspiración.