lunes, 13 de octubre de 2008

Sueño



Múltiples maneras tiene el árbol para asegurar su existencia sobre la tierra. Su sociedad, su flor, su fruto, sus semillas, sus hijos son sus medios maravillosos para esta existencia. Y entre el verdor que difunde destaca el árbol de fruto dehiscente. Su flor se hace fruto, que luego madura. Se hace apetitoso, gracias al sol y a la lluvia. Y el asombro de la dehiscencia, lo abre para esparcir sus semillas en el viento, en las aguas, y en el vuelo de las aves. Y en el brote de sus infinitos hijos queda prolongado en el espacio y en el tiempo. ¡Sabe vivir!, y es sostén de vida humana.

También el hombre viene al mundo, dotado de múltiples maneras para abrir su vida plena sobre la tierra y sembrarse en el universo. Y entre estas maneras, en especial, sus hijos. Mientras que el árbol hace siglos aprendió, el hombre todavía trata de hacerlo, y una pequeña parte de su sociedad, continúa en la lucha por realizar esa maravillosa tarea de vivir. También el hombre es un Ser dehiscente, y se afana en nunca dejar de hacerlo. Es cuestión de tiempo -y de mucho amor-, esperar a que concluya su aprendizaje, a retomar su antiguo decisión de vivir. El tendrá que aprender a vivir, y a prolongarse en la existencia de sus hijos, el único camino verdadero de la vida. Y dentro de esa multiplicidad de maneras, el sueño es una de ellas, una de sus tantas dehiscencias… Y esto lo digo a propósito de la visita de un amigo. Un amigo que en el tiempo finito, e infinito, se hizo, para siempre, un hermano. En vida física y fínita, le llamábamos el "fantasma". Y ahora, en su vida pura espiritual, con más razón, lo seguimos llamando.



"Marina", de Claude Monet


En el alba de un domingo

Un hermano a quien amo me llegó en una naciente alba
deshaciendo las cálidas brumas de mi envolvente sueño
en un inesperado día que me entrega su conocido rostro
su andar sin apuro y su habitual signo de silencio
como quien persigue siempre ignotas respuestas
de antiguas preguntas que esconden la anhelada vida

Y celebramos vernos pero sin sentir sorpresa
muy animados por la ruptura de una espera
que siempre asoma bajo el umbral de una ventana
deshojando un tiempo que tarda en llegar


Y rota la incógnita
nos envolvimos en palabras de hermanos
como si estuvieramos viéndonos todos los días
y nunca hacer nave hacia otras dimensiones de la vida
junto fuimos a ver un sembradío de ignotos seres
a cancelar unos incomprensibles derechos exigidos
a nombre de destinatarios de identidades borrosas
entre las franjas de luz del éter


Y en un momento no definible pero de contorno real
una presencia de mujer sale a nuestro encuentro
entregándonos repetidos gestos de afectos
muy entusiasmada al entrar a nuestros brazos
mitad de su cuerpo en el de él y la otra en el mío
pero su rostro solo quiere reposo en el suyo
sus palabras no las oigo porque todas van a su oído
todo un instante unidos en una sola atmósfera


Me desembarazo un poco del amistoso cerco
dejándoles todo el anillo afectivo a su solo disfrute
mientras me ocupo en observar el lugar donde estamos
y sin extrañeza descubro un sembradío de cruces
en hileras que hacen una geometría poligonal
un sentimiento indefinido flotante sobre sus líneas
en imperceptible amor entrelazado


Y veo a mi hermano deshacer el enlace
para atender el requerimiento de una llamada
en conversación que no oigo le veo alejarse
Y siento la cálida luz de las siete de la mañana
en raudal amarillo entrar por mi ventana
fugazmente miro hacia mi interior
y sin preguntarme absolutamente nada
la alegría sola asciende
en semillitas de un fruto dehiscente







miércoles, 8 de octubre de 2008

Pléyade

Mirar una “Noche estrellada sobre el Ródano” de Van Gogh, y al mismo tiempo, interiorizar sus luces dentro de nuestro mundo interior, y permitir que desde lejos llegue un compás de violín que timbre las fibras hasta el estremecimiento, es un simple y bello acto de vivir. Y sentir que el flujo de esa Noche Estrellada -como el de cualquiera noche bajo las estrellas-, el de nuestro Ser, el canto del violín, se asemejan en profundidad, en maneras de expresarse, en el testimoniar de la vida. Sentir sus mismas ondas, vibraciones, su luz que nos abrazan. Entonces, se podrá decir: he vivido, estoy viviendo, o bien, he aprendido a vivir.

Tu imagen
en la cuerda de un violín



En este momento sobre tu imagen
oigo las “4 estaciones” de Vivaldi
siento realidad el canto de su primavera
apremiando un verano de vida plena
bajo el anhelo de un cielo de luna llena

Y en los ensueños de sus compases
veo brillar el crecer de tu concepción
como si se tratara de estrellas que
buscan gestar una nueva constelación
percibo los íntimos latidos de tu ser
y airosa te veo suelta cabalgando
cabellera al viento como vela blanca
sobre el pleamar de la luna llena
sobre las olas que van y vienen
para llegar a dormir sobre la playa
en sus infinitos granos de arenas
como si tu fuera la misma cuna
donde se mece el hijo que gesta
como si tu misma fuera el mismo mar
donde la marea lunar estimula la vida


Tu imagen me llega en ondas de mar
dibujando la distancia entre los dos
en filigrana de una lágrima que pugna
desde el hondo océano de mi ser
señalando un horizonte de aspiración


Y sobre su línea las vibraciones de tu vientre
anuncio de febril trabajo de abejas en miel
como las notas del violín que incansable teje
el canto de primavera con verano otoño invierno
un solo canto que enjuga la lágrima en un compás
para hacerla celebración de la vida que gesta

Mis pupilas se abren para verte mejor
captarte con ansia junto a tu pléyade
tus niños corriendo al lado del que viene
tejer un solo manto que a todos cobije
como las olas que siempre van y vienen
a ensoñar en la arena de la playa


Y ya el canto de las “4 estaciones”
primavera verano otoño invierno
su senda en tonadas está por terminar
apasionado el violín inscribe la huella
sobre un pentagrama fugaz de notas
como jardín silvestre de tus niños




Las cuatro estaciones de Antonio Vivaldi

http://www.epdlp.com/clasica.php?id=521
http://www.epdlp.com/clasica.php?id=523
http://www.epdlp.com/clasica.php?id=522
http://www.epdlp.com/clasica.php?id=525


Fotos del “Blog Fotografía Digital David”

martes, 9 de septiembre de 2008

Poeta del pueblo


A muchos nos gusta mirar desde las alturas
porque sentimos lo fuerte y amoroso que somos
y sentimos que nacimos para habitar esta tierra
pero la historia hasta hoy nos obliga a mirar de abajo
un hacer que como hombres nunca ha sido nuestro

¿Y qué miramos?

Por todos lados por donde se mire
todo es lucha fragor de combate
lucha el hombre
lucha el animal
lucha el vegetal
todo es lucha por la existencia
lucha para no desaparecer
lucha por la vida

Y el poeta Miguel Hernández hablando de su pueblo:
solo es dueño de su “hambre, sudor y hacha


Acerquémonos a la poética de este hombre sencillo: campesino de raíz. Hombre en esencia.

VIENTOS DEL PUEBLO ME LLEVAN
Miguel Hernández

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.




DOMINGO, SEPTIEMBRE 07, 2008
EMBUSTERIAS DE MIGUEL HERNANDEZ



Vicente

A nosotros, que hemos nacido poetas entre todos los hombres, nos ha hecho poetas la vida junto a todos los hombres. Nosotros venimos brotando del manantial de las guitarras acogidas por el pueblo, y cada poeta que muere deja en manos de otro, como una herencia, un instrumento que viene rodando desde la eternidad de la nada a nuestro corazón esparcido.

Ante la sombra de dos poetas nos levantamos otros dos, y ante la nuestra se levantarán otros dos mañana. Nuestro cimiento será siempre el mismo: la tierra. Nuestro destino es parar en las manos del pueblo. Sólo esas honradas manos pueden contener lo que la sangre honrada del poeta derrama vibrante.

Aquel que se atreve a manchar esas manos, aquellos que se atreven a deshonrar esa sangre, son los traidores asesinos del pueblo y la poesía, y nadie los lavará: en su misma suciedad quedarán cegados.

Tu voz y la mía irrumpen del mismo venero. Lo que echo de menos en mi guitarra lo hallo en la tuya. Pablo Neruda y tú me habéis dado imborrables pruebas de poesía, y el pueblo, hacia el que tiendo todas mis raíces, alimenta y ensancha mis ansias y mis cuerdas con el soplo cálido de sus movimientos nobles.

Los poetas somos viento del pueblo: nacemos para pasar soplados a través de sus poros y conducir sus ojos y sus sentimientos hacia las cumbres más hermosas. Hoy, este hoy de pasión, de vida, de muerte, nos empuja de un imponente modo a ti, a mí, a varios, hacia el pueblo. El pueblo espera a los poetas con la oreja y el alma tendidos al pie de cada siglo.



Dedicatoria de Miguel Hernández a Vicente Aleixandre
de la obra Viento del pueblo

Miguel Hernández recita -canción del esposo soldado-
http://www.poesia-irc.com/phpnuke/modules.php?name=Video_Stream&page=vidpop&id=15

enviado desde el 'corazón esparcido'
de la poeta argentina Cristina Castello
www.cristinacastello.com

Manuel de Falla / La vida breve / Danza
http://www.epdlp.com/asf/falla2.wmv





En la luz de una mañana

Un martes 12 a las 6.30 de la mañana


Luna sobre el mar_Agosto

En la luz de una mañana de este martes
vino la voz bien timbrada de mi hija
“papá te tengo una buena noticia”
“voy a ser madre”
el mismo timbre alegre de otras veces
la misma primavera en su vergel de flor
para ofrendar el fruto de una nueva vida
las hojas de mi ventana en par abrieron
mi estancia en magnífica luz se llenó
tu misma entraste por ella como
la aurora ya madura de ofrendas
trayéndome una alegría inesperada
la viva resurrección en un querido ser

Y otra vez sentí vivamente que fuiste otoño
para renacer ahora ataviada de primavera
tu vientre vislumbre de una yema sagrada
flor que empieza abrir como luna de Agosto
y yo rama tuya como una proyección alada
otra vez mi corazón gozoso en función de cuna

¿Hijo? ¿Hija? solo quiero un ser amado
Y muy entusiasmado como novicio abuelo
busqué conversación con la luna de mi cielo
y fue cuando supe que estás en concepción
entre las lunas cuarto creciente y luna llena
ante el asombro de los eclipses de luna y sol
titilando en las constelaciones de Leo y Virgo
habitantes luminosos de este cielo de Agosto
para junto a ti ofrecernos una esperanza fértil

Y no se de donde nació en mi niños anhelos
ilusión que parodia semejanzas a mis Marías
otro deseo en otra Carmina en pureza de cristal
jugueteando ya las veo con sus trenzas al viento
entretejidas en un manantial de risas con Gael

Y este cuadro como brotado del jardín de Monet
con amor cuidado lo coloco junto al de mi madre
conjunto armonioso con el de mis Marías y Jesús
para dar gracias a la naturaleza por su amorosa bondad
como la granada madura en ofrenda de jugo a la sed
como las risas de tus hijos que nos invitan al eterno vivir.


Eclipse de luna total-Agosto

Área Canción a la Luna_ Rusalka de Antonin Dvorak
Soprano Renee Fleming
http://www.youtube.com/watch?v=7_lbJ1MaDeo
Ave Maria de Schubert
http://www.youtube.com/watch?v=aQVz6vuNq7s
Soprano Sarah Brightman
http://www.youtube.com/watch?v=yXuw9icKXnU
Luciano Pavarotti
http://www.youtube.com/watch?v=2uYrmYXsujI

domingo, 15 de junio de 2008

VISITANTES EN TIEMPOS INDEFINIDOS


En estos días cuento a quien quiera oír
los sigilosos pasos y abrazos de niños
en íntimos tintineos como lluvias de Abril
queridas huellas que alborotan mis fibras
visitantes incesantes que llegan y se van
un sabor de vida intensamente aspirada
que pese a su lucha aún no ha llegado ser


Y se me va yendo la cuenta de los días
y sin quererlo la melancolía se asienta
se solaza como dueña del patio íntimo
derrochando también sus inmensas ganas
ser de una vez para siempre plena alegría
como esos pasos abrazos y risas de niños

Siempre recuerdo mis aguaceros cuando niño
que después de caer en arborizados hilos
van dejando sembradíos en hojitas verdes
espejitos donde bailarán los rayitos de luz
sendas telitas húmedas que cobijan mis pupilas
para guardar los fragmentos de vidas queridas


Y en tejido sensible estos tintineos se anidan
como las gotas pacientes de la piedra manil
que van llenando en pases de fases de luna
la tinaja de agua fresca para saciar la sed

Y siento a Chila llegar reirse y luego partir
y como tejedora junto a otras también
paciente va hilando este fluir de vida


Y después de tardes bañadas en crepúsculos
veo los vallecitos de mi pueblo adormecerse
sembrados de cardones donde cantan paraulatas
mientras el sol en atardeceres de vida marina
va tejiendo entre sus espinas estas ansias de ser
Y dígame “pasos de niños” ¿a dónde han de llegar?
Llévame con ustedes a ver aquella tuna hilar

Tomasso Albinoni
Concierto para oboe:Opus 9 nº2, 2ºmovimiento
y Opus 9 nº8, 3º movimiento

http://www.epdlp.com/clasica.php?id=19
http://www.epdlp.com/clasica.php?id=20

EMBUSTERIAS DE PASOS

foto / joanna ziemba

Qué inéditos recintos recorrerán los pasitos
de los niños que enarbolan en su andar
las embusterías mayores de la vida
ascenderán la cúspide de los saltamontes
descenderán por el alero de las mariposas
deletrearán el abecedario de los sapitos
descifrarán el enigma del canto cristofué
o cabalgarán diminutos en el lomo
de las tortuguitas escapadas del estanque
de las marinerías del amor

Sé que sobre la hierba dibujan filigranas
que emigran a las circunvalaciones de los cometas
mientras trazan elipses en la danza sin fin
de sus travesuras para abrirle boquetes
al viento de las tempestades

Sé que sus pasitos destilan antojos
para anclar sus titireterías al borde
de un suspiro que se resquebraja
en el abrigo del abrazo que los contiene
que no se detienen en las noches
que convocan al encantamiento de los silencios
y que adivinan el salto de los pájaros
en los linderos del bosque que los habita

Sé que somos espectadores que escudriñamos
en esos pasos la levedad del viento
el tintineo que huele a aguacerito
la nostalgia de aquellas aves que deben dejar
su vuelo celestial para regresar a los nidos
de alpiste y de sol

Y que lo hacemos manteniendo a raya la tristeza
sujetando con hilos de cobalto la melancolía
anudando la noche en la franja naranja
de los horizontes para que no opaquen el espejo
de sus ojos ni la transparencia de sus andares
apostando a que no habrá de apagarse
el resplandor que las centellas le regalan cada día
a sus párpados sino que habrá otro bajel
donde navegar en el siempre para
reencontrarnos con los amores que nunca cesan.

Sé sin embargo que se agostan cada vez más las veredas
donde danza la grama su canción de primavera
que se van haciendo diminutos los cielos
que respiran estrellas los pastos que hacen crecer
las móviles espigas de sus manos
que nacen colmadas de confiterías
los sentimientos que no se dejan sujetar
por cordeles que quiebren la tesitura de los sueños

Y entonces la armonía se torna un crescendo
de cuerdas mientras hacemos rituales
desde el recinto acuático donde los lirios
escriben el estatuto frugal de la vida
desde los pliegues acorazados de un plumaje
cardenal en alianza de amor
para que mañana ellos recreen por nosotros
el lenguaje con el que hoy festejamos
este andante con brío en continuo vivace

05 de junio del 2008
mery sananes

Luigi Boccherini
Introducción y fandango
http://www.epdlp.com/asf/boccherini3.wmv

EMBUSTERIA DE EUGENIO MONTEJO


Ni con la muerte dejaría
que mis cenizas salgan de sus campos.
La tierra es el único planeta
que prefiere los hombres a los ángeles.
EM


Qué asombroso que comencemos a conversar con alguien cuando sólo nosotros podemos escucharlo, porque ya nuestras palabras, conmociones e irreverencias ya no puedan alcanzarlo. Más de una vez cruzó por mi mente, abierta a los árboles, pero contenida en el tiempo de las obligaciones, acercarme al poeta para dirimir con él precisamente ese estatuto de los pájaros y los árboles a los que él alude en sus versos, y que tantas veces yo he intentado deletrear en mis interminables epístolas sin destinatarios ni interlocutores.

Y de pronto, cuando aparece la noticia, uno se da cuenta de que en verdad no cumplimos la función para la cual hemos sido hechos, como el pájaro y el árbol, la piedra y el guijarro, que es el de la conservación y la descendencia, pero mucho más que eso, la armonía y la belleza particular que cada cual tiene y mantiene, en su compleja y extraordinaria estructura molecular-espiritual.

Y se siente un vacío, como si hubiésemos dejado de realizar una tarea de grandes proporciones, porque se trataba de poner a dialogar sus árboles y los míos, sus pájaros y los míos, su Alfabeto del Mundo con mi Libro del Hombre, su soledad con mi nostalgia, su esperanza con mis embusterías.

Y no tengo como saldar esa cuenta con Eugenio, porque ya no podré decirle cómo sus versos se enhebraban con los míos y con los de tantos que anónimamente escriben portentosas biografías de árbolas y pájaros, de hierbas y constelaciones, y sobre todo, de esperanzas y porvenires.

Pero nos quedan tantas cuentas por saldar con el universo, el planeta, el continente, los mares y los océanos, con estos territorios que habitamos, desprovistos de fronteras, pero olorosos siempre a café recién colado, a guarapo de papelón, ofrendados por el corazón de la gente, que aún no comulgan en sectarismo alguno.

Entonces, me digo, como cuando me acerqué a Juan Sánchez Peláez, o cuando junté a Federico García Lorca con Luis Mariano Rivera, que es hora de sacar los alfabetos de los libros y las portadas, y aun de esta alta tecnología hecha para comunicar, pero que nos hace más incomunicables que nunca.

Es tiempo de dejar que las palabras salgan al aire libre, como quería Walt Whitman, que naveguen en la gota de lágrima de León Felipe, para que anclen en el corazón de la gente que las conoce de antemano, que le son familiares, para con ellas comenzar a hablar un lenguaje común, un sentimiento de hermanos que no admita vulnerabilidades ni injusticias, sino que fluya como la savia en las ramas, como el polen en el piquito de los tucusitos, como el hilo de agua que nutre a los riachuelos.

Si dejamos ir a Eugenio Montejo, sin hacer ese trabajo de alquimista que él realizaba y reclamaba, se nos habrá perdido entre las marañas de inconsecuencias y veleidades a las que estamos acostumbrados, y nosotros con él, seremos objeto de un árbol convertido en papel, y no al contrario: una palabra convirtiendo la hoja en mágico recorrido hacia el tronco arbusto del cual proviene, en labores de raíz y altura.

Porque cada vez que se nos va alguien que sabe dialogar con el tiempo, con el paisaje, con el ala de las aves, con la tierra, la ausencia y el amor, es como si se hubiese extinguido un bosque, secado una corriente portentosa de agua, clausurada una ilusión. A menos que salgamos a ejercer nuestro propio oficio de alquimista.

Porque cada vez que la pupila incandescente de un niño se reinstala en la retina de un transeúnte, y es capaz de reentablar la conversa detenida con todo aquellos que lo rodea, las flores, las mariposas, los insectos, los árboles, para de allí aprehender ese alfabeto del mundo que le permita, voltear a ver el rostro del hombre que camino en desasosiego a su lado, casi imperceptible, y darle, como quería Vallejo, un abrazo de hermanos, cada vez que eso ocurre el poeta renace y la vida despierta. Hasta que todos alcancemos ese don que nos pertenece por esencia y condición.

Ojalá el tiempo y la capacidad que no tuvimos de irnos a sentar junto a su melancolía para trazar juntos esas razones esenciales y definitivas que convierten ‘La tierra en el único planeta que prefiere los hombres a los ángeles’, nos sirva hoy para ese recorrido impostergable por la esperanza que nos permita al fin hacer ese deslinde definitivo entre los floricultores y los sepultureros, hasta que nazca al fin natural y espontáneo, colectivamente, esa clave en temple de bosque y vuelo de tempestades que requerimos para comenzar a ser en verdad hombres humanos.

Por su propio Autorretrato Dormido, sabemos que se fue con sus pájaros, hacia el mar incansable y la noche, hacia un horizonte inmenso que ya no partirá el mundo con un cuchillo largo, sino que lo andará zurciendo con sus hilos hechos de fibras de piedras, que habrá regresado la silla a su lejano árbol, tal vez al encuentro de ese otro planeta errante que gira alrededor de sí mismo, donde lo aguarda el amor de los amantes, residente por siempre de la tierra, único lugar donde en verdad se abren los párpados. Y allí en esos sitios estableceremos el diálogo en el calendario de los días vividos.

mery sananes

Nota Biográfica
EUGENIO MONTEJO
Poeta y ensayista venezolano nacido en Caracas en 1938.
Su poesía se caracterizó por la rica gama textual y el gran dominio de las formas, constituyéndose en un gran representante de la poesía suramericana. Publicó, entre otros, los libros: "Elegos" en 1967, "Muerte y memoria" en 1972, "Algunas palabras" en 1977, "Terredad" en 1978, "Trópico absoluto" en 1982, "Alfabeto del mundo" en 1986y "Chamario" en 2003. Es autor también de importantes ensayos, tales como, "La ventana oblicua" en 1974, "El taller blanco" en 1983, y "El cuaderno de Blas Coll" en 1981. Falleció en junio de 2008.

La terredad de un pájaro


La terredad de un pájaro es su canto,
lo que en su pecho vuelve al mundo
con los ecos de un coro invisible
desde un bosque ya muerto.
Su terredad es el sueño de encontrarse
en los ausentes,
de repetir hasta el final la melodía
mientras crucen abiertas los aires
sus alas pasajeras,
aunque no sepa a quién le canta
ni por qué,
ni si podrá escucharse en otros algún día
como cada minuto quiso ser:
más inocente.
Desde que nace nada ya lo aparta
de su deber terrestre,
trabaja al sol, procrea, busca sus migas
y es sólo su voz lo que defiende
porque en el tiempo no es un pájaro
sino un rayo en la noche de su especie,
una persecución sin tregua de la vida
para que el canto permanezca.

EM

Juan Sebastian Bach
Tocata y fuga, BWV 565
http://www.epdlp.com/clasica.php?id=855

miércoles, 30 de abril de 2008

Y LA FLOR CAYENA VIVIRÁ EN EL TALLO DE SU PLANTA


¡Chila!
Cecilia un gran dibujo en el mapa de la vida
dibujo de entremezclados trazos laboriosos
que con mucho empeño venía trazándose
en el curso de este tiempo difícil de andar
ella misma tejedora al fin hacía el bordado
con un tesón de minera que la misma piedra
anhelaba su cincel para aspirar a más eternidad

Tanto tiempo fue su andar y desandar
que muchos fueron los nidos de paraulatas
en las ramas de las matas de Yaqui sembradas
en las riberas soleadas de su febril ambular
y sus pichones que se asoman para verla pasar
pronto se hacían grandes ofrendando su cantar
Y más allá se veían las trinitarias florecidas
retando a los araguaneyes vestidos de amarillos
Todo un tiempo largo…tan largo
que paraulatas trinitarias y araguaneyes
cruzaban apuestas quien primero la viera pasar

De todos ella se vestía nutriendo su gran canasto
donde las risas de sus niñas tejían palos de sebucán
en vistosa mezcla con sus grandes anhelos por sanar
bálsamos para untar en su herido cuerpo celular
que no para su espíritu siempre de roca inmutable
adornado de una sonrisa que sola se le veía asomar
como en aquella vara verde floreada del maguey
muy orondo en medio del valle soleado de verano

Y los últimos tiempos fueron de gran intensidad
en un filigramar nervioso de segmentos febriles
de su paso ligero por el abra Maracay Caracas
que no había verde ni amarillos ni marrones que
renunciaran a viajar sobre los bordes de su cesta
como la paraulata montañera recorriendo el valle
en busca de ramitas de mayo para hacer el nido

Era un trajín en que su alma se había empeñado
como el barquito de papel de nuestros sueños
en la travesía de los ríos de lluvia de mi tierra
para mantener el destino tantas veces planeado
en cada invierno después de finalizado el verano
y en curso prefijado su cesta se mantuviera firme
cuyos bordes asoman las savias de su curación
exhumando hálitos como respiros de su esperanza

Un afán en tejer como la arañita en su tela rehaciendo
los hilos infinitos para atajar los soplos del mal tiempo
o como la planta enredadera cundeamor todavía verde
enredándose por la seca empalizada del duro verano
o como la flor cayena ahora caída en suelo árido
toda su vida enhebrar un caer y volverse a levantar
la ilusión de la llama de vela para mantenerse encendida
un constante absorber los soplos de vida de sus niñas

Y ante la pregunta siempre suspendida
Oir la respuesta que deseábamos escuchar
“está mejorando” “hoy está un poco mejor”
¡que tenaz pulseo sostenía para levantar su proa!
velera gritando hacia babor y otros hacia estribor
en días y noches largas que parecían no amanecer
pero el tesón de su alma otra alba alcanzaba ver
como una brisa cálida que apenas remonta la cima
una llamita de vela que entre lágrimas pestañea:
“ahora te quedarás tú solo con las hijas y nietas”
le decía a Juan su compañero de toda la vida
ya presagiando el cierre del dibujo de su existencia
y la necesidad en la garganta de entregar su tarea
y su mandato en que no cese el curso de su vida

Y un 17 jueves de Abril 2008 en hora de la tarde
ocurrió la noticia que estaba renuente en llegar
y que todos sabíamos que no tardaría en venir
como golpe seco en tierra húmeda de lágrimas
o como el crepúsculo después del ocaso del sol
que no obstante el portazo en la luz de la ventana
persistió aquel eco de una de las noches repetidas
“Ahora te quedarás tú solo con las hijas y nietas”
y el “ahora” cobró precisión de “cero” matemático:
Cecilia ya no tenía la necesidad en su garganta
y su mandato ya busca hacia el curso prefijado
en las lágrimas en manantial que virgen corren
haciendo surcos en los rostros tristes de sus niñas
y rictus en los labios de su compañero Juan:
Otros trazos continuarán el dibujo de Cecilia
Otras manos para la reencarnación de su lucha

Ahora llega otra noche en este jueves 17
y ¡Cecilia! ya no musita al oído de su Juan
es otra Cecilia enclaustrada en un nuevo lecho
en capilla ardiente
pésames de tradición de amigos y parientes
dos coronas y una cruz de flores
Una cerrada ventanita de vidrio
para que mire una estampa religiosa
un Cristo alumbrado a su cabeza
Toda una puesta en escena de teatro trágico
¡Chila!
¿Es esta Cecilia?
¿dónde quedan los signos de su lucha?

Ya apunta la madrugada hacia otro día más
y una tibia brisa como manto arropa a Cecilia
a Cecilia que ha pocas días luchaba por la vida
de sangre cálida todavía por sus ansias de vivir
y la sala de la capilla se envuelve en el silencio

La gente con su bullicio se ha dispersado
como gotas de lluvia que caen del dintel
a un piso en cementado que las evaporan
pronto a reiniciarse en las rutinas de sus vidas
Y solo quedamos tres: Cecilia, Juan y yo

Y la madrugada avanza ya menos calurosa
Juan cabecea más por la fatiga que por el sueño
la ausencia inconmensurable sentada a su lado
y yo me asomo al silencio rotundo de Cecilia
que interroga al tiempo que le arrebata la vida
y mudo increpa a los dioses de la estampa:
“Dios creador” vestido con rica túnica
y su báculo de poder en su mano derecha
Jesús a su izquierda en túnica a medio vestir
con la cruz del sacrificio en su mano izquierda
sentados ambos sobre sendas nubes blancas
y sus pies pisando sobre el planeta Tierra
entre los brazos de tres niños ángeles
todo un dominio celestial sobre los hombres
¡Dios! ¿a quién sirve tu báculo de poder?
¡Jesús! ¿a quién sirve tu cruz sacrificio?
Cecilia opone el testimonio de su lucha por la vida

Y a pleno día golpes de ataúd sonando en la tierra
los sepultureros se afanan con destrezas en su oficio
mientras el llanto grito de la nieta desgarra el aire
“adiós abuela te quiero mucho”
“ella ya lo sabes” responde Mary la otra nieta
Cecilia yaciente asiente con su silencio rotundo
y el signo mudo de su rostro queda develado
¡conciencia del amor que dio y recibió!
¡repudio del dominio sobre los hombres!
Y la vida ha de continuar en las otras manos
y la flor cayena vivirá en el tallo de su planta.


Réquiem de Mozart para Chilita
Video-Leonard Bernstein_Réquien-Dies Irae
http://www.youtube.com/watch?v=nl-wRbJoWVA
Video_Confutatis _Escena Salieri y Mozart
http://www.youtube.com/watch?v=nJ226kQJiHY

“Un fuego que nunca muere
en el que ardemos eternamente”

sábado, 12 de abril de 2008

EL AMOR Y EL NIÑO AUTISTA


El amor no es solo privativo de los humanos. Está en todo ser vivo. Pero el amor entre los hombres adquiere mayor dimensión. Es un amor que se muta de su forma primitiva al nacer a la forma modelada por el desarrollo de la razón-inteligencia: el amor humano Y es un vínculo indisoluble para vivir dentro de un mejor modo de vida que el mismo logra crear. Piénsese en el beso que nos da un niño. Su risa cuando nos ve. Su alma tierna y abrazo que nos acoge… ¡amor humano!

¿Y el vínculo entre los hombres de nuestro tiempo es verdaderamente amor humano? Dejamos la pregunta abierta…Y en medio de esta búsqueda nos tropezamos con un niño que solo tiene comunicación consigo mismo…y la ciencia médica de hoy, ante la inquietud del padre-madre, le dice: “él es un niño autista. Un niño con desorden neurológico que le impide comunicarse con el entorno exterior”.
Un niño “autista”…suena dura la expresión. ¿Y cómo un niño que es capaz de darnos un beso, de abrazarnos calidamente puede llegar a esto? Miremos la sociedad actual, indaguemos en su hacer. Aún no tiene la respuesta.

Y a lo lejos a alguien se le oye decir…

Érase una vez, entre transcurrir de primaveras y veranos, entre inviernos y otoños, una bandada de cisnes pasa la vida volando por toda la faz de la tierra. De norte a sur, de sur a norte, de este a oeste, de oeste a este, un constante migrar. Paisajes de inmensos bosques y de azules aguas gozan de su presencia, y les ofrecen sus frutos para asegurarle una vida feliz. El sol, mostrando su disco dorado espléndido, pleno de energía, muestra su satisfacción. Era una sinfonía de pura vida. La única razón de su existencia. Y los más pequeños –niños emplumados- eran los más bulliciosos, parecían mostrar mayor disfrute y alegría. Vida real, porque desde un principio solo aprendieron a vivir como aves, como pájaros. Y toda su energía la entregan a esa sola misión: su único oficio. Y nunca, jamás, se atreven –ni se les ocurre- a transgredirlo.

Y una vez, en uno de esos tantos viajes, uno de esos pequeños -plumaje blanconieve moteado de azul, y mucha ansia de saber- toma la decisión de una gran aventura nunca vivida: descender desde la altura de los cielos y bajar a vivir entre los humanos. Pero tenía que abandonar su vestido de plumas y tomar la forma de humano. Y así lo hizo con la ayuda del sol y de la luna.
Y se hizo niño con la misma carga de amor, alegría, solidaridad y libertad con la que siempre había vivido. Y de la misma manera –cuando antes era ave- aprendió a ser niño, y siempre solo niño: su único oficio.

Y también a este oficio le puso toda su energía. Pero su empeño, por más esfuerzo que ponía por traspasar su carga, siempre terminaba en fracasos, frustración, incomprensión. No podía comprender porque ese obstinado empeño de los hombres en “vivir”, dirimir sus asuntos con la “máquina” de la violencia. Y por este obstáculo no pudo sembrarle su carga de vida. No pudo vivir con ellos. No se pudo establecer la comunicación entre ambos mundos. Y este niño queda asilado con su “equipaje” de amor, solidaridad, alegría y libertad.. Y esta sociedad, frente a su propio autismo lo llamó niño “autista” Y hoy es el “niño autista”.
Y ahora se le ve, hablar, reír a carcajadas consigo mismo, mirar al infinito como buscando respuestas, abrazarse asi mismo, jugar solo con su propio juego inventado. Y en medio de esa inmensa "soledad", imaginando el "ver" la bandada de cisnes, es cuando, de cara a "su sol", en su rostro aflora la interrogación tierna y humana...



Y mientras el cuento empieza apagarse hasta hacerse lejano eco, se oye nítida la voz de la madre: “Daniel es un niño que es un privilegio tenerlo, nos ha transformado y nos ha enseñado como amar verdaderamente. Nos ha enseñado vivir de otra manera más hermosa. Nuestra familia con Daniel es otra”. Es la respuesta que una joven familia da en medio de una entrevista en TV que explica el drama humano de la crianza y educación de un niño autista. Daniel, ya es un niño de 8 años, cuya vida transcurre entre una Asociación privada de cuidado de niños autista, la familia y la escuela “oficial” formal. Y en la explicación del "fenómeno" autista se señala: "de cada 180 niños que nacen UNO es autista". Fría estadística que no puede ocultar la gravedad del hecho. Apreciamos una cifra elevada que denuncia el silencio entorno a este hecho. Y en una breve indagación constatamos que la prevención, la educación y la protección del niño autista es hoy una ocupación bastante marginal de parte del Estado, y de la Sociedad en general. Y ante esta cruda realidad, la afirmación y experiencia de esta joven familia, nos lleva a la creencia que si esa “transformación” ocurre a este nivel familiar, también en algún momento, en otro tiempo, esta transformación también será posible para toda la humanidad. Y será posible el ¡"reino" humano!. Humanos y Cisnes un pacto de vida para siempre.
El lago de los Cisnes Ballet Música, de Piotr Illich Tchaikowsky

http://es.youtube.com/watch?v=E9UkgUMchSg
http://es.youtube.com/watch?v=kv572N45R6Y

LA LUCHA POR LA VIDA UN HECHO COTIDIANO


"Mueren 6 recién nacidos en la Maternidad Concepción Palacios".

Caracas, Venezuela
27 Marzo - 2008

Hoy, "anoche fallecieron, en la Maternidad Concepción Palacios de Caracas, 6 recién nacidos. La causa de ellos sería la falta de atención al no haber suficiente personal de guardia en la institución. La Fiscal General lo ha calificado de 'hecho criminal'. Al parecer los hechos se produjeron porque sólo había un neonatólogo de guardia y se produjeron 16 partos al mismo momento, lo que ocasionó que los 6 bebés fallecieran". Y las autoridades declaran:Las muertes de bebés ya se están convirtiendo en cotidianas. Casi a diario mueren como mínimo 2 a 3. Cada puesto de encubadora es para un solo bebé, y por necesidad, impuesta por la falta de dotación, debemos "sobrepoblarlas" muy por encima de su capacidad. Y esto causa "estadíaticas de mortalidad" muy elevadas, como igualmente vienen ocurriendo con las madres... En esta ocasión diferimos en grado con la Fiscal General. Porque si comparamos, tanto el "hecho" como su afirmación, con la colosal cifra -Fuente del BCV- de 719 mil millones 361 mil de dólares (719.000.361.000.000,00 $), percibida en 9 años (hasta el 2007) por concepto de ingresos petrolero por el actual gobierno(promedio 90 $ el barril de petróleo), no se trata de un simple 'hecho criminal'. Sino un hecho de una mayor dimensión antihumana: se trata de un gigantesco 'hecho criminal'. Para una maayor claridad acotamos que esta sola cifra supera con creces a la suma total de ingresos que han recibido gobiernos anteriores.

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¡La violencia! hecho social de casi todos los días… Y esta violencia -en el paso del tiempo- viene ocurriendo a todo lo largo y ancho de este planeta Tierra, llegando a constituirse como un hecho cotidiano en nuestras vidas. Y esta noticia, hoy, una vez más, se testimonia en Venezuela... en la “Maternidad Concepción Palacios”, una Institución cuyo nombre lleva estos dos conceptos para que nunca olvidemos que ella siempre debería ser un Centro científico-médico para “dar a luz”, traer niños vivos y sanos a este mundo, como los únicos hechos cotidianos que en ella deben ocurrir. Pero este hecho es su más cruel negación, como también lo es para toda la honda aspiración humana del hombre de vivir en humanidad.

Frente a este terrible hecho, y a la cara de esta “moderna” sociedad, NOSOTROS le decimos -con toda la fuerza del universo que pueda caber en nuestras palabras-: esa es su noticia, la noticia cotidiana de su tiempo, que testimonia la ausencia de humanidad de sus actos. Pero en otro tiempo -el cual muchos aspiramos su llegada- llegará decirse, la “noticia” se desplegará como arcoiris: HOY, en noche espléndida, un 27 de Marzo, otra vez la Maternidad del Hombre ha dado “a luz”, ha traído “6 recién nacidos” para una Concepción de larga vida que cotidianamente se construirá con el hermoso oficio vivir. Y estos Conceptos –Maternidad y Concepción- tendrán para siempre este significado.

Y como bandera enarbolada al sol y al viento, todas las Instituciones, en este tiempo nuevo, los llevarán inscritos en su nombre. Pero ante...mientras tanto, solo habrá lucha, para que haya –en ese otro tiempo- verdaderamente Maternidad y Concepción. Y de esta aspiración, a continuación les dejamos caer como gotas de rocío dos hermosos hechos humanos... y parecidos HECHOS le seguiran como lluvia de primavera. El ruso Piort Illich Tchaikowski, en esta ocasión, es nuestro portavoz con sus dos Obras maestras:


EL LAGO DE LOS CISNES

Se estrenó en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1877 y para 1895 con una nueva concepción de Marius Petipa y Lev Ivanov, con lo que logró un gran éxito en el Teatro Marinsky de San Petersburgo, El lago de los cisnes es sin duda el ballet más popular a lo largo de la historia.

La obra transcurre entre el amor y la magia, enlazando en sus cuadros la eterna lucha del bien y del mal. La protagonizan el príncipe Sigfrido, enamorado de Odette, joven convertida en cisne por el hechizo del malvado Von Rothbart y Odile el cisne negro e hija del brujo.

Coreografía de Marius Petipa y Lev Ivanov. Música Pitr Ilich Tchaikovsky. Libreto de Vladimir Beghitchev / Vasili Geletzer.


Acto I

El joven príncipe Sigfrido celebra su cumpleaños con una fiesta que tiene lugar en los jardines del palacio. Nobles y campesinos acuden para rendirle homenaje. Llega la Reina Madre y entrega al príncipe un hermoso arco de caza, recordándole al mismo tiempo que ya se encuentra en edad de desposarse. Para esto, ha invitado a cinco bellas princesas que le serán presentadas al día siguiente en el baile que se ha dispuesto en su honor. Entre ellas, el joven deberá elegir esposa. Sigfrido acepta esta noticia con bastante desagrado. Al retirarse la reina, el bufón invita a los campesinos para que distraigan con sus alegres danzas al atribulado príncipe. Al caer la noche, cuando los invitados se disponen a retirarse, Benno descubre que una bandada de cisnes sobrevuela los jardines. Sigfrido, fascinado por esta inesperada aparición, toma su arco y en compañía de algunos nobles, que le servirán de guía, se dirige hacia el bosque siguiendo el vuelo de las aves.

Acto II

Persiguiendo a los cisnes, el príncipe ha llegado a orillas de un lago, donde se levanta el castillo del mago von Rothbart. Cuando Sigfrido se dispone a disparar con la ballesta a un blanco cisne, observa con inmensa sorpresa, como el ave se transforma en una bellísima joven. Es Odette, la princesa hechizada por el maligno von Rothbart, que ante la presencia de un ser humano, experimenta extraña inquietud. Antes de que ella pueda advertir al príncipe sobre los peligros que le acechan, se presenta el mago que ha presentido la amenaza que se cierne sobre su maleficio. Sigfrido intenta atacarlo, pero Odette se interpone, implorándole desista de su propósito, ya que la muerte del hechicero implicaría también su muerte y la de los demás cisnes que pueblan el lago. Fascinado por la belleza de Odette, Sigfrido la sigue, jurando amarla eternamente. La princesa comprende entonces que felizmente ha llegado el hombre que podrá liberarla del fatal hechizo. Los cisnes desaparecen, volando hacia la luz del amanecer.

Acto III

En el gran salón del castillo todo está dispuesto para iniciar el baile. Anunciadas por los heraldos aparecen las cinco princesas con su séquito. El príncipe baila con cada una de ellas, pero sus pensamientos están tan lejos de la realidad que no repara casi en las bellas invitadas. La reina, preocupada por la indiferencia de Sigfrido, lo insta a elegir a la doncella que prefiera como esposa, pero un heraldo anuncia una inesperada visita: es el mago von Rothbart, quien, bajo el aspecto de un noble caballero, presenta a su hija Odile, una nueva pretendiente. Sigfrido queda impresionado por la enigmática mujer, que enrarecidamente, le recuerda a Odette. Odile toma su lugar junto a las demás princesas y baila con el príncipe. El engaño es ahora total y el príncipe está convencido de que se trata efectivamente de la princesa Odette. Radiante de felicidad la presenta a la reina como la esposa elegida. von Rothbart exige ahora al príncipe un juramento de fidelidad. Sigfrido lo pronuncia con firmeza. Odile y el hechicero descubren su engaño a Sigfrido, quien advierte desesperado que traicionó el amor de Odette, y corre al bosque a su encuentro para, arrepentido, pedirle perdón.

Epílogo

Los cisnes, muy entristecidos, tratan de infundirle ánimo a la desolada Odette. La desdichada joven sabe que todo se ha perdido y que no recuperará ni su amor ni su forma humana. El triunfante von Rothbart impone a su antojo, su dominio sobre los cisnes. El príncipe Sigfrido llega al lago decidido a alcanzar el perdón de Odette y se enfrenta, poniendo en riesgo su propia vida, a la maldad y el poder hechicero de von Rothbart.

La valentía que motiva el verdadero amor que Sigfrido siente por Odette, se transmite a todos los cisnes y juntos enfrentan al oscuro poder. Sigfrido conduce a von Rothbart a las tinieblas eternas, Finalmente, el amor destruye el hechizo. Al amanecer, las doncellas dejan de ser cisnes; Odette y Sigfrido se unen para siempre.

http://es.youtube.com/watch?v=kv572N45R6Y

CASCANUECES

La obra fue estrenada el 17 de diciembre de 1892, en el legendario teatro Mariinskii de San Petersburgo bajo la coreografía original de Lev Ivanov, el libro de Marius Petipa y la música de Piotr I. Tchaikovsky.

La primera historia que se conoce de El Cascanueces está basada en el libro de cuentos de Ernst Theodor Amadeus Hoffmann, titulado: "El Cascanueces y el Rey de los ratones" (1816).

Sin embargo, el argumento que daría vida, años más tarde al ballet de Tchaikovsky deriva de una adaptación que Alejandro Dumas (padre) hiciera del texto de Hoffmann.

Acto I

Escena 1

Es Navidad. Entre los invitados que llegan a la casa de la familia Shtalbaun se encuentra Drosselmeier -el preferido por los niños. Impacientes, los pequeños esperan que en el árbol se enciendan las luces de colores. Llega el mago con su regalo para los niños: un teatro de marionetas. La fiesta continúa; los abuelos también bailan superando los achaques propios de su edad mientras los niños juegan. Las marionetas Colombina, Arlequino y Saracinos inician su baile. Todos están muy emocionados cuando el mago se quita su máscara: es Drosselmeier. Clara y Fritz, los hijos de Shtalbaun le piden a Drosselmeier que les regale las marionetas pero éstas ya se las han llevado. En su lugar les regala un ridículo muñeco cascanueces. Fritz arrebata el muñeco a Clara y lo rompe. Ésta se consuela echándole en la cama. Los invitados abandonan la casa después del baile para finalizar la fiesta navideña.

Escena 2

Ha anochecido y la habitación donde se encuentra el árbol adquiere un aire misterioso, casi milagroso. Asustada, Clara va a ver a su muñeco enfermo Cascanueces. Melancólica observa como un búho se convierte en Drosselmeier mientras la mira con una sonrisa burlona. A su señal, del suelo aparecen ratones encabezados por su Rey. Clara quiere huir pero las fuerzas la abandonan y sólo consigue acercarse al árbol que muy deprisa empieza a crecer, mientras todo a su alrededor cambia. Los soldados de plomo cobran vida y, encabezados por Cascanueces, inician una batalla contra los ratones. Las fuerzas son desiguales, van venciendo los ratones cuando Cascanueces se queda sólo ante el ejército de roedores. Clara lanza un zapato al Rey de los Ratones y consigue ahuyentarlos. Cascanueces yace en el suelo. Clara se acerca a él: es un joven príncipe. Él la mira agradeciendo su ayuda.

Escena 3

La habitación se convierte en un bosque invernal. Unos levísimos copos de nieve bailan milagrosamente mientras una estrella del árbol atrapa a Clara y al Príncipe Cascanueces como en un sueño, introduciéndolos en una carroza que les conducirá hasta la cima del árbol.

Acto II

Escena 4

Juntos inician su viaje hacia la cima del árbol, pero los ratones les alcanzan entablándose una nueva batalla. En esta ocasión Cascanueces sale vencedor. Llegan al reino de los muñecos donde son recibidos por doce pajes. El Príncipe narra lo sucedido y cuenta como Clara le salvó, motivo por el que todos muestran su agradecimiento, celebrando una gran fiesta en honor de ambos. Se despiden del reino de las Nieves y siguen su camino por el Río de la Limonada hasta llegar al Reino de las Golosinas donde la Reina de los Dulces los espera con un agasajo en su honor en donde varios bailarines de distintas partes del mundo bailan para ellos.

Escena 5

Finalmente, el mundo de ensueño de Clara se desvanece y ella se despierta dándose cuenta que todo ha sido un sueño. Sus padres van a buscarla para que salga al portón a despedir a su padrino Drosselmeyer quien junto con Daniel regresa a su taller de relojes y muñecos.

...y este epílogo para la vida. También hecho cotidiano


http://es.youtube.com/watch?v=anIkwFNHVvc

miércoles, 9 de enero de 2008

PEQUEÑA ODA DE LA ALEGRIA


En un amanecer tuve un sueño originario
ansias honda de poblar al universo
como el polvo cósmico al átomo
a la molécula que todo lo llena
como yema vegetal que se hace árbol
el árbol en los caminos que se hace bosque
Y en enteros días y noches repetía el sueño
como el sol lo hace en auroras y crepúsculos

Y un día llegaron como lo hace el rocío
Avé
Purísima
Avé
Amor
Avé Marías

Y llegaron como poema venido de muy lejos
compuesto por tejidos de sueños y anhelos
en travesía de días de sol y noches de cielos
y las dos Marías
se me hicieron canto lleno de gracia
y ya mis días fueron de sol y de luna
y les canté
¡Marías bienvenidas sean!



Y como sembrador ante sus sembradíos
clavé mi esperanza sobre el horizonte
y el sueño hecho rumbo supo donde ir
en sucesión de días de sol y fases de luna
y las dos Marías las convertí en mis estrellas
en constelaciones vecinas de un solo cielo
y toda la vida ha sido un jugar de estrellas
descifrando los signos estelares de la vida
que en mi tiempo se han fundido en la mía

Y ocurre desde una María luz tenue azul
cristal de anunciación de un trozo de luz
envuelto en Oda de alegría vestida de elipse
¿Quién toca a la puerta de la esperanza?

Y ocurre que el sueño se hace latido en su fruto vientre
como aquella flor mañanera que se hace fruto maduro
y se hace canto auroral para hacer fértil a la tierra
como espigas de trigos madurando sus granos
como manos trémulos entregando el fruto divino

Y como la abeja sabia ante el néctar ansiado
es la misma María de aquella conjunción
que en empeño de vida cristaliza en Gaël

y ya mucho antes había cristalizado en Jesús


Y ahora en nueva conjunción floricultora
acrecienta la siembra que viene haciendo
en clave de sol sobre cuerdas de mandolina
un himno de alegría para unirnos a todos
mientras la otra María con su risa abierta
cría sus semillas entre rendijas de inviernos
para venideras primaveras de flores y frutos

Y como en aquél tiempo
un canto Avé muy adentro hice
Avé
Purísima
Amor

Este mismo canto aún más alto se oye
como el sol que nunca cesa de alumbrar
sobre pentagrama cifrado en tono sol mayor
para fugas de gigas plenas de pura alegría
entonadas en las mismas cuerdas de mandolina



Avé
Purísima
Amor
Mi pecho y mis brazos se hacen cuna
¡Purísima Carmina!
Bienvenida eres entre todas las mujeres
una niña una mujer un hombre un solo ser
¡Gratia plena!
Gracias plena en las iris niñas de tus ojos
la síntesis de una alegría mayor
mi propia síntesis de alegría

¡Y alegría al viento!
sobre un barquito hecho en papel de color
ansioso de navegación en lluvia de primavera
mi copa iza vela en lo más alto de su mástil
como el río que corre alegre porque lleva la vida
Y aquí muy dentro del corazón te haré una fiesta
¡te celebro Carmina!

Avé
Amor
¡Purísima Carmina!
Flor lirio en el remanso del estanque
encendiendo luces sobre rieles de risas
y de noche en estrellas llevando mensajes
que compondrán vida como el horno de pan

¡Y alegría al viento!
mirando tu rostro de niña húmedo de rocío
envuelto en el plácido sueño de tus inventivas
mi alegría como tea encendida
ahora anclada muy dentro de tus pupilas
Avé
Purísima
Amor

Y el sueño como yemas en verde puro
abierto en abanico de realidades porvenires
Amor
purísima
¡te celebro Carmina!




J.S. Bach / Fuga / BWV 998 / Alirio Díaz / guitarra
http://www.epdlp.com/asf/bach37.wma

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