Cada vez que
nace un niño
y se le llama
por un nombre
que habla de
su nacimiento
y de lo que
será su porvenir
ese niño y
ese nombre
son la sinfonía
magnífica que
canta la
renovación de la esperanza
de que al
fin llegará el momento
en que nacerá
la vida nueva
como lo es cada orquídea que nace