martes, 13 de abril de 2021

La vida que aún me queda

Y en ese trozo de corteza
parece no vivir nadie pero
al llegarle un rayito de sol
y bañarle el beso del rocío
brota la yema verde luego
un tallito abre sus hojas
igual la risa de la madre
al oírla o verla nos hace
vivir por instantes


Madre siempre

A la madre que ríe porque ve
a sus hijos que también ríen

 

Tendido sobre la hierba verdeciendo
siento la caricia de sus hojas y tallos
bajo la bóveda de luz ascendente
a través de triángulos en luces y
desde el cénit con su reloj de sol
me cuenta en música la vida ya
consumida y la que todavía en
anhelo queda por consumir
…y oigo tocar sonatas en
contrapunteo de acordes!

 

Y bajo la dirección de sus agujas
un musical  inundando la esfera
dulces voces de la Stabat Mater
de Pergolessi  anidándose en ese
fragmento de tiempo de la vida
semejando a la risa de la madre
adagio que siento llegar como
un nocturnal de luz plata de
la luna creciente de Abril


Luna creciente/Foto Mery Sananes

 

Su risa en acrobacias trazando
ángulos también es ascendente
porque siempre llama a la vida
como las lunas de abril llaman
a las de Mayo en las que navega
la madre por todo el calendario
cósmico de la vida entre órbitas
de estrellas que hacen florecer
a las flores cantando en coros
 
Abril y mayo primavera tropical
en fluorescencia ya llamando a
los polinizadores para gestar la
gran fiesta de la polinización
que siempre preside la madre
tarareando esas voces de amor
que endulzan granos de polen
de ese trozo de la vida que aún
me queda por vivir palpitando
alegre entre los pétalos de
las azucenas  flor símbolo
del corazón  de la madre
 


Flor Azucena blanca

Entonces, de la verde hierba
en floración blanca vuelan
mis anhelos yendo anidar
en el abrazo del arcoíris
tejido por el sol y la lluvia
¿y a dónde van con tanta prisa?
y se enredan en sus bandas de colores
radiando calor de su luz para empollar
ese tiempo de vida que todavía queda
y que el reír alegre de la madre alienta
 
Y desde la banda de luz cruzando
por el ángulo pendular del reloj
que inunda mis asombradas iris
siento corales de voces de niños
destilándose entre rendijas de luz
de mi alma que se enciende en un
vivir de amor de madre que como
notas líricas van atesorándose en
ese resto de vida que aún queda
 
 
Abismados ábranse mis ojos
bajo esa bóveda de luz igual a la
de la risa de la madre a la del sol y
a la de la Tierra en una conjunción
de alegrías hijas de la del Universo
que danzan por su cuerpo cóncavo
porque celebran el nacer de la vida





Y en ese fragmento de vida
siento otra vez la fantasía de
ser ese niño acunado en
el regazo de la madre
la vida que me queda
para seguir viviendo
 
Entonces, hágaseme
vivir infinito  igual
al que fluye de la
iridiscente belleza del
gajito flor de azucenas  y
en ese vivir  el encuentro
del hijo y la madre, uníos!
cantándose amor


Gajito de flor Azucena blanca

Y si la dulce luz del sol baña en
calidez a los pétalos de la azucena
también al alma el vivir de la vida

 

Stabat mater


de Pergolessi

  

Anidamos en las alas de la alegría
aún en la que naufraga en la tristeza

Ediciones jaced



 

 

 

 

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