Y sueño el sueño
¡vivir con mi madre!
oyendo la sinfonía de
amor que en ella anida
hasta llegar al
despertar
y la veo niña riéndose
grácil figura piel
canela
las auroras en sus ojos
¡madre siempre!
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Madre Carmen Susana Jaced, de Venezuela |
Y en ese sueño que
sueño
mirando al inmenso Mar
Caribe
a su orilla Carúpano su pueblo
vivo una fantasía cósmica de
una noche estrellada de
la
Constelación La Cruz del Sur
también llamada Cruz de Mayo
sus estrellas
abrazándose entre hilos de luces
dibujando la imagen amada
¡madre siempre! y
de su cabellera veo descender a Mayo de las flores
entre conciertos de
cantos de cigarras y de pájaros
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Constelación de La Cruz del Sur o de Mayo
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Mayo de las flores llegando
entre esos fervorosos
cantares
trae a su primavera
tropical y
a ¡madre siempre! sembrada
en la tierra fértil
infinita
de los sueños infinitos
que siempre sueño
Y madre es hada encendiendo
meridianos florales tropicales
bajo la luz del sol y
de la luna y
de los vientos
floricultores del
Mar Caribe en susurros
que
nadando los silban sus
peces
¡Madre siempre!
luna de Mayo que va
creciendo a plenilunio
luego menguante como
flor dejando caer sus
pétalos
volviendo a ser botón
para en
otro momento volver a
ser flor
y sus ojos abriendo en
arcoíris
sobre nubosidad de
lágrimas
mirando al infinito desde
aquél cálido amanecer

Luna creciendo a plenilunio/Foto M. Sananes
Y en ese amanecer
todavía en auroras a su
lado mi alma con su
alma
mi cuerpo con su cuerpo
amándose en metamorfosis
para juntos vivir una
sola vida
y en ese momento de simbiosis
ella me entrega su
escapulario
¡hijo siempre estaré contigo!
¡Aleluya! ¡aleluya!
¡Madre siempre!
en el mar
en la Tierra
en los vientos en
los azules cielos
¡Siempre madre!
mía tuya de él de ellos en
giro de luz semejando a
un sol
con sus polinizadores en
aureola
recogiendo el polen
para la gran
fiesta de la germinación de la vida
y su ofrenda amor lloviendo de
sus alforjas hechas de
su piel
y de los latidos de su
corazón
para sus hijos e hijos de sus
hijos todos en la alegría vivir
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Madre con su hijo
Y de sus sembradíos
como
albas abriéndose en capullos
de
flores cayenas flor de baile calas
orquídeas trinitarias y azucenas
amadas por la ¡madre siempre! y
ellas en ramos también la aman desde
su jardín cultivado en esas
inolvidables
tardes sepias de sol yendo a su ocaso
para anunciar la plenitud de Mayo
Atardecer desde mi balcón/Foto jaced
Y en la vida del
planeta Tierra
como un vivero germinando
Mayo bajo el doble
concierto
de chicharras y de pájaros
en tardes cálidas de
sol y
de grillos y sapitos en
las
noches de claro de luna
dando
comienzo a su nacer de flores
incendiadas en sus
perfumes
en ofrenda a ¡madre siempre!
Y con coros de
chicharras y danzas
de flores sobre los
soplos del viento
empieza la fiesta de primavera entre
los trópicos de Cáncer
y Capricornio y
cómo llueven cascadas de pétalos que
visten a la reina flor ¡madre siempre!
de una tonalidad violeta esperanza
que su ofrenda amor en luz irradia

Orquídea
Y bajo esa noche
estrellada de la
Constelación Cruz del Sur o de Mayo
aquellas fiestas velorios de Cruz de Mayo
en cantos y
contrapunteos de galerones
dando ¡gracias! a la naturaleza por sus
ofrendas cosechas de amor y de vidas
y solista aquella voz tenor cantando
¡madre siempre! ¡siempre madre!
en tu siembra la simiente
de una flor blanca a la vida
que solo quiere vivir!
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Flor azucena
Y síntesis de ese vivir
cuando
madre hace un alto en su labor
en cada tarde llamando
la noche y
reflexiona contemplando el ascenso
lento del humo azulado de su pipa
Anidamos
en las alas de la alegríaaún en
las que andan en la tristeza
