sábado, 8 de mayo de 2010

Claudia Valentina

Como las estrellas fugaces en el cielo
los niños en la Tierra siempre han de brotar
para labrar los surcos de una vida nueva
Claudia Valentina llega con el mismo signo
convocando a la geometría de esta vida
que lleve a su construcción

Saludamos en ella a todos los niños
y los amamos como a la primavera
de una nueva humanidad

                                                                                                                          



Conocí a Claudia Valentina
como una hermosa rosa menuda que guarda
sus tesoros con celo para compartirlos
con aquél que necesite vivir del amor
de la alegría y de la belleza


Y esta bondad la ejerce
cuando mueve todo su cuerpecito
ofrendando sus brazos
como ansia de abarcar y contener
todo el universo
su tinajita de polen en minúsculos granitos
para quien quiera llevar y repartir
y como lo hace el colibrí
polinizar el amor bañado en alegría




Y cada movimiento lo aroma
como enramada de jazmín en primavera
con una tierna sonrisa en la
que asoma el caudal de su alegría
con el que entrega cada pedacito de amor
rio arriba y rio abajo inundando los prados verdes
de cualquiera alma que se le acerque

Quienes la tocan acarician sienten
la certidumbre de como debe ser el vivir
el nacer para el tránsito de una vida
como cesta de pancitos de amor
que han de repartirse para obtener la felicidad



Claudia nos llega como una ofrenda de vida nueva
que se asoma en el claro verdiazul de sus ojos
como el dulcito lago de nubes y estrellas
que compone melodías de signos estelares
en sinfonías en clave de sol que debemos descifrar
para fundar en el centro de este tiempo difícil
otro tiempo de nuevos amaneceres
otro de verdadero porvenir

Niña Claudia Valentina
floricultora de vida
desde que llegaste otra vez se vuelve a oír
la canción primigenia del hombre
pentagramas de notas que jinetean sobre el viento
para hacernos llegar la alegría de la vida
vida nueva y pura que necesita esta humanidad
para su resurrección en un tiempo nuevo




Albas y auroras son las campanas del cielo
que en su tañar cantan “Claudia bienvenida sea”
“bendita sea entre todas las mujeres”
un “gloria excelsis” sobre bandadas de pájaros
para que entre ellas y ellos se renueva el hombre
y su palabra se convierta en el nuevo salmo
que solo cante a la vida verdadera

Niña Claudia
en tus manos podemos leer las señales
que descubre el sendero que señala tu amor
recibir la lección que regala el remanso de tus ojos
la arquitectura de una anhelada vida de futuro




Niña Valentina
En un 14 enero entraste a luna nueva
y de ella bajaste como un puro amanecer
y al caer de la tarde te hiciste lienzo de crepúsculos
sinfonía de puros colores de atardeceres
sobre el horizonte azul del mar abierto




Claudia Valentina
mucho de ti necesitamos como yema musical
de la primavera de enero que da inicio a tu vivir
hazte nido en nosotros y ámanos como
un adagio de violín entre las flores
interpretando la melodía de la vida
para poder vivir en este tiempo





Antonio Vivaldi
Concierto de violín Las cuatro estaciones
Fragmento









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