Tuya es la
navidad
también es mía
y es ofrenda
al mundo
pero todavía
no es nuestra
solo la
esperanza lo es
como la luz
que irradia aquella estrella
como el
rastro luminoso que va
dejando mi barquito de papel
que cuando
niño solté al mar
A la música de Juan Sebastián Bach que asciende
a las inmensidades astrales del hombre
a las inmensidades astrales del hombre
Magdalena Bach en sus fibras íntimas la bautizó
“esa música del país del alma”
como cuando la neblina en ascenso en los amaneceres
se va haciendo lluvia menuda de rocío sobre el
musgo
que tiñe la piel del bosque donde canta el pájaro
madrugador
y del amor de albas y auroras va brotar el día en
brazos de luces
y a la tarde en ocaso se abre en lienzos tornasol
naranjas
paralelogramos de fuerzas crepusculares tapizando
el azul cielo
que dejan caer en atmósfera un halo musical como
ofrenda en escala
y profecías de pájaros en sus cantos a la mañana y
al atardecer
¿y cuál tiempo cuál hombre donde anidará esa
música?
Componiendo los compases para la siembra en el surco
Simbología astral que por algún misterio está
inscrita en el universo
que pugna en descodificarse como un trío de flauta
piano y violín
en diálogo musical cada uno sumando compases
individuales
para al final construir un todo sinfónico juego de
adagios y allegrettos
y otro tanto ocurre en el hacer del río corriendo hacia el mar
en el de la flor cuando abre para ofrecerse a la
polinización
en el hacer del
pájaro que canta sonatas llamando al porvenir
en el de la madre cuando pare los hijos insistiendo
prolongar la vida
en el hacer del
niño en el oficio de ingeniero y arquitecto de esa vida
sin embargo, aún la interrogante
qué somos
de dónde venimos
hacia dónde vamos
Y qué tantas controversias
que si el tiempo es relativo o absoluto
si el tiempo existe o no existe en el universo
o si solo existe espacio que el universo ocupa
o si todo es un Dios omnisciencias
o si el átomo construyó al hombre que aún no es el
hombre
La filosofía menuda descodificando horizontes
Pero en alguna dimensión ese hombre se hizo ser náufrago
como si fuera Quijote extraviado de su camino original
en medio de un tiempo de mal vivir que tensa su
interior
y hacia al límite su existencia cuestiona la
existencia de Dios
¿porque cómo existir un Dios y éste mal vivir
normas del hombre?
¿y por qué no el tiempo de un mejor vivir como esencia
de la vida?
Antiquísima
discusión que jalona el avance de una ciencia
bajo
la antiquísima proposición de mejorar la
vida del hombre
pero
tan antiquísima que hoy solo constituye una promesa
que
convierte la espera también antiquísima como el hombre
como
una interrogante abierta que también aguarda cerrarse
en
sucesión de ciclos que construyan el real ser humano
y
como su sombra también antiquísima mirando en el puente
el
hombre sigue colgado en cualquier dintel de cualquier puerta
por
eso en este tiempo el signo mayor del hombre es la esperanza
un
vivir que solo habita en los horizontes de esa esperanza
entonces
¿la navidad es solo una ilusión de vida nueva
que
cada año nos llega sin encontrar dónde anidar?
o
¿solo deseo intenso aspiración antigua dónde cómo construir
un
vivir que sea la manifestación pura de la condición humana?
Pero
bajo este cielo silencio parpadeo de las estrellas
sólo
tiene existencia el vivir imperturbable de la flor
el
del pájaro siempre en canto en la profundidad del bosque
el
vivir del niño siempre en risa libre queriendo llenar el universo
en
el terco parir de la madre para que nunca falte el llanto y la risa
niño
y madre pujando siempre en cerrar la interrogante
como
el átomo en el devenir de las moléculas
para
el acto único de la creación de la vida
que
en algún momento habrá de exigir al hombre que tome
esta
vida en sus manos para edificar el vivir
entonces
¿la navidad será en verdad la noche buena
que
de las tinieblas habrá de resucitar en día luminoso
para
que el hombre a partir de ese día viva en libertad?
La libertad en alegría como el río que corre al mar
Y
bajo mi ciencia simple
como
lo es la historia del vivir de la madre perenne
en
espera algún día poder servir de norte al hombre
tomo
las imágenes que registran el nacer de los hijos
y
me pongo seguir la construcción de sus sueños
como
quien cuenta gotas que caen sobre la piedra de filtro
que
paciente van llenando la tinaja para saciar la sed
o
como los simples compases que construyen la sinfonía
para
calmar las penas del alma o colmarla de alegrías
y
en ellas navego hasta el hoy de sus desenvueltos vivires
que
son sumas de las alegrías que han venido
construyendo
unas
desbordándose en el concierto alegría de sus hijos
otras
en las filigranas que desgranan risas en lo que construyen
y
sobre los rieles como cuando pequeños galopear rayitos de luz
sus
haceres en olas para seguir enriqueciendo
el oficio de vivir
terco
en derrumbar los muchos muros que este mundo le opone
Y esta es la célula múltiple de donde todo parte
Y
bajo los aleros de este trayecto que dibuja sus rostros veo
el
fluir del tiempo cuajado en sus alegrías en el espacio que ocupan
tiempo
y espacio concretos donde nunca han dejado
de ser niños
que
reinventando siempre correrías marcan la existencia que viven
¿y
dónde existir el universo?
en
la dimensión de sus oceánicas pupilas
que circunscribe la trayectoria de sus devenires
que
las han venido construyendo en lo que hoy son
todo
un vivir bajo sus propios pasos y autorías
trama
de aciertos y desaciertos
el
tejido de sus vidas
Y
mientras se haga realidad esta insistente navidad peregrina
¿por
qué no cantarla cómo los pájaros que habremos de ser?
Porque contra el pastoreo de tempestades es necesario alcanzar el futuro