Hay golpes en la vida
tan fuertes…!yo no sé!
golpes como del odio de
Dios como si
antes ellos la resaca
de todo lo sufrido
se empozara en el alma…!yo no sé!
Los heraldos negros/César Vallejo/1918
Y poeta ¡yo si lo sé!
¡yo si lo sé! poeta
¡mira el alma como llora!
y cuando llora el
alma
es porque el dolor
ha
llegado a sus
tuétanos
Virgen del Carmen en
óleo/del pintor
español Manuel Wessel
de Guimbarda
¡Y qué tiempos estamos viviendo!
ayeres que caen como capas que cementan
4 de julio asesinato de Octavio Franco Cedeño
16 de julio “día
de Nuestra Señora del Carmen”
día venerado en color de mar por las madres pero
ahora en color de penumbra sumiéndolas en silencio
lágrimas destilando sus ojos hacia ese mismo mar
preguntándose inquiriéndose sobre el cruel suceso
¿por qué a la vida le
destruyen su curso?
El hijo quería vivir pero abrupto le cortan la vida
y ante el violento acontecer la sonrisa de la “Virgen
Nuestra señora del
Carmen” naufragando y en ella
la de mamá
Andrea y la de madre Carmen Susana
dejando caer sus dolores en el regazo de su madre Ana
tres imágenes navegantes en viento puro como el amor
limpiando a la divina imagen de todo lo profano para que
el rostro de esta sociedad desnude su autoría del crimen
pero ¿surgirán los jueces para que no quede impune?
Y ante la venerada imagen
con su carga hermosa del niño el ícono
de tantos hijos como frutos sobre la tierra
las madres Carmen Susana y Andrea elevan
su oración de amor ¿y
por qué ahonda el silencio?
porque ambas divinas madres gestadas en madre Ana
simplemente la madre recitan alto su oración para que
retumbe en todo el universo y su amor en ira convoque
una justicia que
ajusticie a la justicia de la sociedad por
el hijo a quien tal justicia rompió su derecho a la vida
que es la misma
vida de la madre inmaculada
hondamente anidada en la madre naturaleza
Y ella empieza recitando…”Nuestra Señora…” pero
corrigiendo…”mis
hijos…mis seres queridos…”
siempre como ese viento nacido de su voz
monólogo interminable navegando en
aquella susurrante e inacabable oración
exactamente como son las aguas del mar
esas aguas que tanto surcan insistente
rutas idas y venidas sobre el Mar Caribe
siempre cabalgándolo con su inacabable plegaria
llena de las promesas a “Nuestra Señora del Carmen”
y su oración en crescendo “madre santísima…” pero
vuelve a su recital
“mis hijos…mis seres queridos…”
Y esos días ahora hitos en la historia de las madres
sus imperceptibles pasos sobre sutiles nubes lilas
la madre en amor descendiendo en lila encendido
porque ella oye ve siente los cuerpos que caen
en la hondura de su corazón guardándolos
sangre que corre y derrama la represión que
pretende acallar la defensa del derecho a vivir
y abre sus alas resguardando a sus hijos…los que
viven en la Tierra y aquellos “sus muertos queridos…”
ahora fresca aun la sangre su amado Octavio Raimundo
asesinado por manos y cabeza de esta sociedad oculta
y entre los ramos de sus flores azucenas los acurruca
haciendo escudo que resiste la avalancha de los odios
Y dolorosa con sus lágrimas en el cuenco de sus manos
pero valiente en amor enfrenta a la sociedad asesina
¡Octavio Raimundo hijo levántate del crimen!
“hay golpes en la
vida tan fuertes…golpes
como del odio de
dios…se empozara en el alma”
de esos que en sus versos habla el poeta Vallejo
de esos que en sus versos habla el poeta Vallejo
y con ese amor retumbando en la comba del universo
su voz irredenta clama ¡ajusticien a esta justicia!
y tiende su regazo para acoger al hijo asesinado
Pero “madre Nuestra
señora del Carmen”
“madre santísima…” tantas promesas recogidas
en el gigante mar e inmaculadas en el corazón
una a una te fuimos entregando con fervor
entonces esa muerte ¿cuál
voluntad la quiso?
¿cómo asesinan a un corazón lleno de bondad?
gritos empapados en lágrimas pero reclamando
ahora ¡quién
responde a las lágrimas de la madre!
y la abnegada
madre entrega sus lágrimas al mar
a ese mismo vasto mar que una vez la vio nacer
Y ave madre… ave
santísima madre…
desde tu aposento azul ofrendando tu amor
convoca al combate permanente por la vida
¡ajusticien la
cabeza de esta sociedad asesina
hasta que nazcan rostros que exhuman felicidad!
aquella que en la vida real buscaba tu hijo Octavio
¡Y madre sea el amor
la fuerza que todo lo dirima!
¡la alegría la sinfonía
que enciende el alma de la vida!
como esas estrellas que testimonian al universo
y a ti madre navegante
surcando la memoria
para que la oración siempre empiece por tú nombre
“santísima madre Carmen
Susana… mamá Andrea santísima
acojan al hijo y a
tantos caídos y resguárdenlos en el amor
sin amén para que sea amor abierto como una ofrenda flor
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