viernes, 2 de agosto de 2019

Madre Carmen Ramona

















Qué afortunado
tener el amor
habite donde habite y
sea de primavera otoño
de invierno o de verano

Pero más afortunado aún
cuando ese amor nos llega
transitando largas travesías
paradas en cada estación
…y la más pura verdad
la vida vive con amor!


Y así como sopla la brisa
entrando y saliendo por
donde a ella se le antoja
meciendo dulce una espiga
o una hebra de cabello

Así como oyendo al descuido
un Ave María de Giulio Caccini
o el trinar de una paraulata o
simplemente encontrar una
imagen querida o ella encontrarnos
así de tan desnuda simpleza que
suscita un amoroso recuerdo

Entonces en alas de brisas
que entra por la ventana
tráeme el verso aquel
“le cosía estrellas a los ojales
pintaba de bromelias el recinto
de sus ojos aliñaba la soledad
con maticas de hierbabuena…”
y llégame aquel 29 de julio en
este comienzo de agosto del 2019
casi asomando gajo la luna nueva
…y aureolas de vivencias reviven
lloviéndome a cántaros!

 Y siento un renacer de albas
que en mi alma se agolpan y
que anuncian abrirse en auroras
trayéndome agolpamiento de vivencias
como nubosidades azules donde navega
la imagen de madre Carmen Ramona

Y de sus radiaciones de luces
nútrase aun más mi amor de hijo
que en este comienzo de agosto de
luna nueva quiero echarlo a navegar
envuelto en aires de versos que parten
de un poema infinito que todos los días
en especial en sus largas noches
bajo los imperturbables silencios
le escribo versos tras versos
como también igual le escribo
a mi madre Carmen Susana
…dos madres
yo sentado a sus diestras!

Y ansioso busco lo bello
donde engastar mi amor  y
todavía en tibieza de amor
hallo guayabas y granadas
dulces  de lechosa y de cabello ángel
del horno corazón de tu hija Cecilia “chila”
siempre mi dulce y melancólico recuerdo


Y sobre todo un “amigo” siempre verde
aquel querido arbusto de uva de playa que
imperturbable creció frente al porche de la casa
oyendo fisgoneando atesorando todo lo conversado
pero más aquél fluido de aquellas conversaciones
que trenzábamos en tandas de horas largas de
aquellas tardes bajo ese mismo amado porche
y cómo se desgranaban páginas de su historia
que sigue siendo una fuente donde sigo bebiendo
las sabidurías maternas cocidas en fuego de amor

Y tras esta noche cerrada
y no sé porque azules me caen
que visten a esta luna nueva
la primera de este agosto 2019
a quien le seguirá las perseidas
lluvia de meteoros alumbrando al
cielo halo de madre Carmen Ramona


Y sobre su curva iluminada
voy a embustería junto
a los que quieran ir...
para hundirme en el verso
…”y sabía descifrar el código genético
del llantén el orégano y la yerbamora”
cerrando así el canto estrofa  a

Entonces vuelvo a aquella casa
del barrio Libertad de Maracay
que ella habitó por tantos años
tanto que su espíritu sigue anidado en
sus solariegos espacios como esa brisa
enredada en el arbusto uva de playa
y reanudamos nuestras conversaciones
en el mismo porche bajo dulces tardes
de julio a julio de años en sucesión

Entonces no es tanto revivir
el 29 de julio sino resucitar el
espíritu de la historia de su vida
para seguir nutriendo mi
naturaleza humana fuente
de mi amor de hijo
necesario para enfrentar
las sombras de estos tiempos
y fraguar un tiempo porvenir
fundado en su historia de vida
…madre Carmen Ramona
desde el gajito de esta luna
bajándonos sus alegrías!


Anidamos en las alas de la alegría…
aún en aquella pluma que se refugia
en un rincón de la tristeza
Ediciones jaced---










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