Y la vida a la vez que
vive en las
cuatro estaciones que le regala el sol
sufre viendo el padecer de la madre que la
ambición de posesión
del hombre le causa
Entonces, orbitando en
torno del amor su
poema canta ¡madre siempre!
mantén
abierto el nido de tú
corazón a los hijos
cuyo vivir salve a la
vida de la antivida
Y la vida a la vez que
vive en las
cuatro estaciones que le regala el sol
sufre viendo el padecer de la madre que la
ambición de posesión
del hombre le causa
Entonces, orbitando en
torno del amor su
poema canta ¡madre siempre!
mantén
abierto el nido de tú
corazón a los hijos
cuyo vivir salve a la
vida de la antivida
De jaced, Venezuela
Y en Abril yendo a Mayo
una tarde
olorosa a fértiles lluvias otra vez
vuelven los cantos de Chicharras
sin tonalidades de melancolías
sólo anunciando las ofrendas
¡naceres de la vida! en medio
de sus sembradíos de
flores
entonces, cada pétalo
es
un canto de alegría!
Y en cascadas de cantos
de nuevo
¡madre siempre! envuelta en haces
luminiscentes de lunas
de Abril con las
yemas semillas esporas y
embriones
que empreñan a Mayo de
flores y en su
jardín bajo luz de la luna creciente
le revolotean los polinizadores que
recogen el polen para
celebrar la
gran fiesta de la germinación
Luna creciendo a plenilunio
Y vemos a ¡madre siempre!
entre un haz de auroras
rosas
vestida de flores
violetas de esperanzas
limpiando los surcos de
su jardín paciente
sembrándolos de
semillas de sus queridas
flores azucenas cayenas flor de baile calas
y ese regadío de florecitas amarillas de
las alegres verdes hierbas besando los
pies del arbusto la trinitaria cuya flor
color fucscia gusta
lucir en su cabellera
Aurora sobre trinitarias
Y hatajos en auroras que
la
visten en fluorescencia
de violetas
estoica esperanza ¡madre siempre!
a sus pies el Mar
Caribe bañándola
sus brisas peinándole
su cabellera
de largas hebras
blancas y plata
midiendo la dimensión de la vida
madre! salvadora de este mundo
cuando su historia sea aprendida
Y es Carmen Susana ¡madre siempre!
su risa haciendo coral
con cantares de
pájaros turpiales arrendajos paraulatas
anunciando esa fiesta de la germinación
y de ellos madre dice
que su amor bebe
en sus trínales cantos haciéndose
fuente
donde la tristeza bebe y se hace alegría
limpiando a la vida de
tantas violencias
Amor de madre volando
Y su hijo todavía viviendo
en la Tierra
como cuando niño sueña el
sueño de las
flores de Abril mirando al mar trayendo
hados que siembran los surcos de la vida
de vivas flores azucenas y trinitarias que
en vergeles nacen haciéndose
ramos
para sus seres queridos que surcan
los azules de su cuna Mar
Caribe
Sin pedirlo arropado en
lejanía
y en los susurros del
Mar Caribe
llega aquel canto de
Abril 1999
“en el mar
en los vientos
en la Tierra
¡madre siempre!
una flor blanca
en tu siembra”
reviviendo en Abril-Mayo
tiempo tropical de
flores
Cantares a la madre
Y bajo el verso esperanza del hijo
“una flor blanca en tu siembra”
Mayo preparando su llegada
se
estremece entre el mar
y el cielo
porque sabe que ese verso canta a
¡madre siempre! como la flor que se
sembró en la tierra fértil del infinito
donde germina en árbol de la vida
Y sabe el mundo que ¡madre siempre! es
mi madre la tuya la de él la de ellos también
la madre Tierra esperando de los hijos de hijos
que la reivindiquen de
tanto dolor trayéndole
la alegría la misma con la que los parió para
hacer realidad la
esperanza vivir la vida
En amor viviremos
Y este cantar incesante
de
chicharras y de hijos de hijos
revoleteando en alas del
amor
¡madre siempre! ¡siempre madre!
canto en voz soprana eco tras ecos
rebotando inundando el Universo
Y ¡madre siempre… por siempre!
canto grito que reitera la verdad
única indisoluble ¡la vida existe!
la que realmente viviremos pero
este mundo no quiere escucharla
sólo cosechar padecimientos y
ser este somos que hoy somos
Entonces, ante tal sordera las
chicharras y los hijos de hijos
en orquesta en cada
Abril-Mayo
insisten cantar esta verdad para
que la oiga todo el
Universo y
toda la vida del planeta
Tierra
Y bajo ese canto los
sembradíos en
fiesta gestan sus flores en vergeles
lloviendo pétalos bajo
un claro de luna
portando esta verdad para que traiga
alegrías a la vida que ¡madre siempre!
da a luz con su amor
Anidamos
en las alas de la alegría…
aún en
las que andan en la tristeza
Ediciones jaced