martes, 2 de enero de 2007

Mi hija mariale


Una mujer…
el hombre como especie
en un amanecer su humanidad despuntó
sin dar tiempo al asombro otra historia tomó
una de sueños esparcidos con débiles raíces
otra de piedras duras incrustadas en su ser
así anda en la historia extraviando su hacer
y a Quijote llega sin alcanzar el triunfo aún

Uno de sus sueños ha construido de plumas
y en otro amanecer en el viento ha de volver
no como esperanza lejana inaprensible
sino en retoño vivo que una madre alumbrará


Es mi hija María Alejandra
en un día luminoso cercano al otoño
a escasas horas de alumbrar un bello ser
¡su hijo ansiado con mucho amor esperado!

y ahí la vemos
en el bello jardín de Versalles
madre hijo y naturaleza
en medio del recital de verde y flores
en conjunción de música y armonía

Madre hijo y naturaleza
conjugación indisoluble que se ha puesto andar
sueño de plumas izado como vela blanca de luz
la aurora en el primer llanto del niño se anunciará
y ya no habrá piedras duras para caminos de dolor
y esta vez la conjugación indisoluble germinará

Y un coro acompañado de trompetas se dejará oír

El otoño sus árboles desnudos al invierno entregará
las hojas caídas en rico abono la tierra recibirá
y las flores de verano jardines nuevos formarán
para un recital de colores que en vida nueva brotará
Verano otoño e invierno en amorosa conjunción andarán
de su seno profundo la bella primavera otra vez nacerá
flores y verdor por todos lados con fuerza resurgirán
un canto alegre de pájaros en el bosque se oirá
Y todo este renacer de la vida en una sola canción
una música de cánticos de coro por el hijo que nacerá
envuelto en las cuatro estaciones en su eterno volver
y esta gran canción de cuna este hijo a otros entregará


Y ahora
ahí le vemos
en el bello Jardín de Versalles
la madre
el hijo
las cuatro estaciones
unidos en gran conjunción
formando el poema sinfónico de la vida
en medio del recital de verde y flores
como la nueva sinfonía Oda de la Alegría

Galeria Universo

Galeria Universo
Todo iluminado