Tarea infatigable esta de sembrar y recolectar
pero todos debemos cultivar
y mientras sembramos también recolectamos
los que nos dejan los que deben partir
y con lo recogido volvemos a resembrar
siembra y cosecha para que no pare el molino
y del granero atesorado habrá de surgir la vida
Pocos años atrás en aquella casa solariega
en el transitar de aquél pasillo que nos llevaba al aula
entre risas, chistes, libros bajo el brazo
o al pie de la escalera para escuchar los cuentos picantes de Acuña
o la tertulia bajo la sombra de uno de los altos árboles del patio
fuimos construyendo nuestro andar de fraternidad
Liceo Agustín Codazzi espacio familiar que nos abrazó
como si ya desde esa época estuviéramos acordando
marcar distancia con el vivir de este tiempo
Y desde entonces fuimos somos
y seremos conteste con ese acuerdo o pacto tácito
imantados por el espíritu codaziano
como si desde siempre hubiéramos convenidos
nunca bajarnos del anca de tu caballo que brioso
la mañana del llano recorría hasta el púrpura atardecer
y la copla compañera como conseja nos regresaba al amanecer
una hermandad que sin vernos todos los días el tiempo atesoraba
y qué concierto como si fuera una barca pleno de alegría juvenil
Aníbal como olvidar aquellos momentos vividos
Y vientos de ilusiones empujan la vela: cada quién en su puesto
haciendo círculo alrededor de nuestra carga de sueños
cada quién mirando la estela que se va quedando atrás
siempre bajo cielo abierto hacia un horizonte aún indefinido
pero destellando tenues resplandores de amaneceres como
el surcar de meteoritos fugaces y el renacer de estrellas
y nuestra carga creciendo bajo sus impulsos luminosos
Y en este navegar de hermanos de vez en cuando el bamboleo
como si algún misterio o espanto quisiera romper el equilibrio
y alguien cae fuera de borda como queriendo arribar primero
Pablo Mercado
Géber Carrillo
y tantos otros queridos
y ahora tu Aníbal
con cuerda a caballo para no soltar tu mañana llanera
y trozos de sabana de nuestra carga de sueños que forman tus alforjas
para tomar el sendero de verano que te allegue a los solares de invierno
cabalgando bajo lunas de abriles sobre sembradío de flores de mayo
pero luego habremos de volver al equilibro y al galopar ligero
y nuestros sueños en respiración de suspiros
tras rutas que ondulan sobre el verde sabanear entre esteros de agua fresca
Y supe ayer martes a filo de madrugada
concertante rodeo con tus hijos y amada compañera
para finiquitar asuntos antes de tu preparado viaje
y sin que lo supieras nosotros también en medio estábamos
y nos enteramos que aquél convenio crujió como queriendo romperse
pero la cuerda tensa resistió el recio empujón cuando justo afloran
tus palabras precisando instrucciones para que la vida continuara
simplemente como si se tratara de dar un alto
el apretar de los cintos
ajustar las bridas y tu silla de montar
entonces, fue cuando vi tu rostro del Aníbal de siempre asomando tu reír
y leí tu disposición firme de partir hacia otras ignotas tierras
sin embargo, pregunté: hey!, Aníbal a dónde vas tan imprevisto?
Y se amplió tu reír: voy alcanzar aquellos que partieron primero
ayudarles a construir otro mejor vivir!
oímos en el suelto viento de sabana que acompañas
y ya más nada había que decir
solo recordar el manejo de los instrumentos en tus hábiles manos
bajo aquella tu manera de sonreír que solo querían llevar
la sanación a aquellas bocas que te quieren para que siempre
el reír con risa blanca fuera la mejor flor humana que abriera
tu maravilloso aporte a un mejor vivir
Y ante la copla recia
que dejas sorprendida en la sabana
que dejas sorprendida en la sabana
adiós Aníbal
adiós amigo querido
vela alta blanca te lleve
y allá más luz que penumbra
en ese vivir que habrá que construir
estaremos!