lunes, 14 de abril de 2014

Y pese a esta historia canto a la naturaleza















"Con el nombre de Dios
y el espíritu Santo"
te bautizo Fatima
pero esta niña fue
abandonada en un basurero
y ahora bajo un amor terrenal
llegará a vivir la vida
y el niño como semilla que es
también con este amor habrá de vivir
para el hacer de humanidad

Y Hombre
quieras o no quieras
la vida sigue andando
nunca podrá ser detenida
la vida vive
y si a ella te incorporas
se avivará aún más 


Vergel/Vincent Van Gogh













 
Y cómo quisiera cerrar mis oídos para no oír
inhibir el tacto de mi piel para no sentir
buscar espacios donde encontrar sosiego
pero estupefactos gritos de la juventud ante
su sangre derramada por querer vivir la vida
en golpe conmocionan el asombro de mi alma
y veo a sus ojos cómo interrogan a este mundo
por qué tanto odio acumulado que cercena la vida
por qué tanta represión a su clamor de justicia para vivir
por qué la existencia de este Poder con su historia violenta
que con su sangre exorciza el culto del mesías de turno
y ante tantos por qué sólo más ataúdes para sus cuerpos
pero quedan sus almas libres que vuelan con los pájaros
para construir sus nidales bajo el trino de sus cantos
florean con las flores para convocar a los polinizadores
que transporten más polen a la fecundación de la vida
dehiscentes con los frutos para dar semillas a la fructificación
que incesante impulsa a la vida a alcanzar al infinito
y con niños en perenne nacimiento para llegar a un hombre
que sea hermano del hombre para un vivir verdadero
porque el rio de la vida verdadera jamás cesará

Pero como pesa la persistencia de esta historia
el reino de su oscuro designio que tanto enmascara
bajo la constancia repetida de sus alienaciones
ahora pretendiendo encubrirlas aún más
bajo la acción militante de un culto religión
y contra esta historia quiero a un hombre que
busque al hombre que alcance la consciencia
de que él es único autentico y verdadero creador
y habrá de encontrarlo en mí en ti en él en ellos

La biblia/Vincent Van Gogh
Y bajo este peso miro la lluvia caer en esta tarde sepia
deletreando entre sus hilillos tanta tristeza que gotea
obstinada como queriendo penetrar el sentir de la tierra
para obtener respuestas de este hombre que la habita
y me pierdo buscando en el bosque de sus orígenes
y allá en un tiempo de mi biografía siempre andante
emergen las manos de mi madre encendiendo el fuego
de su fogón de leña para cocer sus blancas arepas
su risa otro fogón más que insiste en convocar la alegría
en sus ojos tantas chispas encendiendo la esperanza
y mis pupilas se extasían en la lectura de sus llamas
que ansiosas llaman al mundo que se hizo para vivir
¿y en verdad se hizo?¿pero a dónde se fue? ¿acaso huye?
¿huye de este hombre? ¿y por qué se desprende del niño?
y mi mirar va de la lluvia al fuego y del fuego a la lluvia
a su ritmo musical como adagio que resucita en mi memoria
aquel mar de mi pueblo que se abraza al inmenso océano
y sobre su  turquesa agua me pongo a navegar buscando
en su inmensidad el horizonte que aparece en mis sueños
en aquellos barquitos de papel que desde mi infancia
eché a la mar bajo aquellas lunas crecientes a luna llena y
menguantes a luna nueva indagando andando la esperanza
hasta arribar a playas de arenas doradas donde hundo
mis pies para sentir la leve caricia de la vida de guamos
caracolitos y chipichipes que juegan entre mis dedos
como queriendo ser otros de tantos más de esta vida
y donde siempre me encuentro con aquél niño que soy
para satisfacer el anhelo de sentir y vivir la vida verdadera
y cómo de raíz a mi rostro sube la brisa que peina el oleaje
trayéndome las risas de mis hijas junto a las de sus hijitivos
y qué certidumbre me envuelve que si es posible la vida
que obliga a mirar al viento en el follaje que mueve
y en aquellas pequeñas olas que con ternura levanta
como si fuera el arquitecto de ese mundo posible vivir
donde el niño se hace hombre hermano del hombre
que extinguirá ese oscuro designio de esta historia

Marina/Vincent Van Gogh
Lluvia
fuego
viento
mar
lágrimas
cómo se entregan a la vida
porque la aman y se aman a sí mismos
y en esta entrega quiero absorber la esencia
de esta lluvia persistente en caer como llanto
de este mar abierto como brazos que invitan a vivir
de este viento que sopla para despertar resurrección
de este fuego que las manos de mi madre no cesa
de atizar para que la esperanza continúe encendida
de lágrimas que quieren que cese el llanto de siglos para
que venga la nueva vida y nunca más vuelva a partir
y cada uno testimonia su vocación de incentivar la vida
la decisión inquebrantable de multiplicarla en diversidad
para convertir la naturaleza en el hogar perenne del amor
donde ha de vivirse como si se quisiera agotar al infinito
y miro y no dejo de mirar sus exuberantes existencias
pero lo que más les miro son su movimiento perenne
en las increíbles variaciones de sus formas de existir
donde a todas las vidas por igual tocan y les animan
y miro y miro aún más la prodigiosidad de su bondad
cuando diligente reparten a todos sus bienanturanzas
y lo que más asombra es que siempre se dan a todos
en libertad
en alegría
en justicia
en solidaridad
en belleza
enseñando la necesidad de estos atributos para vivir
y todo en un accionar armónico que es permanente

Cipreses/Vincent Van Gogh
Pero el ruido de hojalata de este tiempo no quiere cesar
que en oleadas oscuras han configurado a un hombre
que febril se ocupa en desatar aquellos demonios que
quedaban en la caja de Pandora y crear otros tantos
un solo Dios creador de esta vida moderna y su historia
y ahora cada vez más anda extraviado en su propia selva
y frente este designio de este tiempo de esta terca historia
la lluvia y el mar
el viento y el fuego
las lágrimas sobre la tierra
quieren develarle los códigos a este mismo hombre
para que no siga contabilizando más hitos en su llanto
¿y este hombre qué ha hecho con la vida que recibió?
¿cuándo por qué en qué lugar se desprendió del niño?
¿y dónde cómo aprendió la violencia?
¿por qué tanto empeño para vivir esta vida que lleva?
¿por qué no mira y bebe en nuestro permanente hacer
y vuelve a nacer el constructor que en un tiempo fue?
Y en coro repetido salta la acusación a su rostro
¡el hombre aún no sabe o no  ha querido aprender!
¿pero por qué? ¿es qué acaso no ama a la vida?
y mientras se espera a éste hombre que se decida vivir
a desprenderse de ese oscuro designio de esta historia
la lluvia el mar el viento el fuego las lágrimas siguen su
labor de cincelar la naturaleza como hábitat del hombre
y en ciclos le entregan la ofrenda de estaciones
la primavera
el verano
el otoño
el invierno
para que construya el nuevo tiempo
fin del llanto y comienzo de otra historia
vivir la vida siempre en felicidad verdadera

Campo de trigo con alondra/Vincent Van Gogh


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