martes, 29 de abril de 2014

Fluorescencia de mayo


De mi madre
Carmen Susana
a mis hijas
va el horizonte de mi vida



Flores flores flores
incendio de colores
en sus pétalos que perfuman
al vivir de toda la existencia
estambres con su equipaje de polen
que polinizadores llevan a los estigmas
donde se fecunda la alegría de vivir
flores sus perfumes y polen
la ofrenda total a la vida
para que siempre ella viva
en fluorescencia















Y que maravillosa esta vida de las flores que
viven una gran fiesta de la polinización para
vivir la otra gran fiesta de la fecundación
que inaugura el comienzo de su vida
y entre ambas fiestas el vivir la vida ocurre
en elíptica siempre en ascenso que
funda la flora renovándose en especies
un modo de vida que nunca se agota

Y las flores y los polinizadores
en cada aurora de cada nuevo día
invitan al hombre a este modo de vivir
pero el hombre ¿cuándo acudirá a la cita?


De mayo de 1999 libres pétalos de azucenas
en el viento dibujan tu senda que me llega en
las brisas abriles que empujan a las de mayos
embalsamadas en el perfume que fluye de
las fluorescencias de los plantíos de orquídeas
y de las siembras silvestres de flores azucenas
imagino la gran fiesta de la polinización que
están celebrando los chupadores de néctares
trasegando incansable las cargas de polen
que con intenso amor llevan a cada flor para
preparar la otra gran fiesta de la fecundación y
bajo luz de sol y lunas comenzar el vivir la vida

Y así  entre tú senda y la lluvia de efluvios florales
un dosel floral por donde tú en risas vienes a mi
naciendo una conjunción para animar la vida
bajo el gran paragua de luz de las lunas de Abril
cuando oigo toques de tonalidades apresuradas
de pétalos de orquídeas y azucenas que susurran
en los espacios de ensueños que anidan mi interior
¡levántate! ¡levántate! que ya viene la risa
a mantener encendido el amor de tu alma
que resurrecta el recuerdo de aquél gesto
cuando tus manos entregan aquella flor blanca
“lágrimas en tu siembra”
y ambos tú y ella se fueron cogidos de las manos
sobre un solo corazón que fueron a sembrar


Y junto al sol me levanto
y ansioso veo si  entre  los surcos de mis manos
ya hay nuevos retoños de aquella siembra
y dos orquídeas blanca y violeta estremecidas
y puños de espigas azucenas con sus ramos
también blancas y violetas como velas enhiestas
saludan en sus pétalos para regalarse a la risa
que llega bajo el sol que alumbra la senda floreada
y percibo y siento el roce del encuentro
¡madre!
¡hijo!
las mismas manos cogidas
sobre el mismo corazón que está floreciendo
que vuelve para que no pare el péndulo de  la vida
y continúe la tarea de hacer retroceder a las sombras
y bajo los ramales del sol que caen inclinados sobre
las orquídeas y las azucenas que tremolan en ofrenda
de mis manos a las tuyas y el vivir asciende alegre
¡madre!
¡hijo!
una transustanciación encendida como arcoíris
un solo Ser en que siempre hemos vivido
pasado que llega al presente y ahora va al futuro
el tejido de la historia que nos ha venido haciendo
desde aquel pueblo donde  nacimos y el amor se hizo
entre zumbidos de polinizadores de las flores silvestres
que parecen bailar al son del canto del galerón oriental
y la niebla que redibuja aquel campanario
 que tañe las campanas de viejo bronce 
que echan a volar aquellas alegres campanadas 
que se incrustan en la infancia envuelta en
la misma melodía que canta amaneceres 
para darle plenitud al vivir la vida entre tu abrazo infinito
que como magia gesta alegrías haciéndose pájaros
en bandadas para celebrar nuevamente la comunión

Y ya está anunciándose otro mayo florido
sobre el rocío mañanero que trae fertilidad
a las flores como velas enhiestas al sol
que deja caer un solo canto exaltando vivir
¡madre!
¡hijo!
¡si vivamos!
y estallan las dos risas que libres vuelan
como acordes de oboe y clarinete que
van encontrarse con otros de violín
para hacer una sola sobre un solo corazón florecido
que va haciéndose un allegretto vivaz que juguetea
entre los pétalos de las orquídeas y la azucenas
preparando la gran fiesta de las flores de mayo
e irrumpe un aleluya en contralto sobre el allegretto
¡madre! ¡hijo!
el encuentro para que no escape el tiempo
atrapado en las dos risas que ya es una sola
sobre el mismo corazón que sigue floreciendo
y en su seno en eco se oye tañendo el campanario
rodeado de aquellas flores azucenas silvestres
y  mana un canto sobre la risa que no cesa
¡madre! ¡hijo!
¡si vivamos!














Pero madre tras de ti ¿y esa luz que quiebra su azul?
Hijo para nosotros los que amamos no podemos olvidar
 la sangre de los hijos que la violencia derrama como
en aquél 14 febrero 1814 y que vuelve aflorar otra vez
 en febrero y marzo del 2014 en fluyente afluente
que denuncia ante la vida a la antivida de esta historia
y que las ternuras de los destellos de las lunas de mayos
estremecidas en dolor su haz tuvo que testimoniarla
sin poder evitar que los tallos de sus flores se aneguen
pero ahora la esperanza en sus riberas son deltas
 que desembocan en los cálices de orquídeas y azucenas
que estremecen los corazones haciendo empalizadas
para detener la injusticia de esta historia inmisericorde

Y que sigan nuestras manos en nuestro corazón que
florece y que eleven en esperanza de vida los cálices
Génesis Carmona
Geraldine Moreno
Jimmy
Daniel Tinoco
José Alejandro Márquez
Jesús Orlando Labrador
Argenis Hernández
Wilfredo Rey
Adriana Urquiola
Roberto Annese Borin
cuarenta y dos caídos en tan brevísimo lapso
que junto a los del ayer de esta misma historia
las manos de las madres huérfanas de estos hijos
han de fundar en sus concavidades un elixir fluyente
para ser escanciado como bálsamo sobre la tierra
para que los vientres madres nunca detengan su parir
siga ese indetenible rio hijos de hijos de hijos
que ni cultos ni mesías ni supremos
ni libertadores ni batallones de balas
ni la avaricia de las arcas de riquezas acumuladas
podrán extinguir sus fogatas de llamas alta de la vida
porvenires en luz de esa misma que vino del cosmos
y como las primaveras la lucha jamás se detenga
porque hay que seguir la senda que va dejando
la risa de sus rostros
el gesto que apunta al porvenir
la valentía de su sangre fluyente
y nosotros convertirnos en la fuente que les resucite
y juntos podamos restablecer  las luces quebradas
en un mismo haz que como faro alumbre la vida

Y que siempre siga tu mano sobre la mía
bailando el vals de las flores de mayo y las dos
sobre este mismo corazón que en aquella hora
fuimos juntos a sembrarlo en aquél surco luminoso
y ahora florece florece sin parar a través de ciclos
para estar siempre florecido ayer hoy mañana
un solo tiempo para que viva la verdadera vida
¡madres! ¡hijos!
si ¡vivamos!

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