En este tiempo que transitamos
mientras la vida verdadera
nunca se canse de aflorar
entre sus rendijas como hace
la hierba entre las piedras o la
madre en su terco oficio de parir
o el niño cumpliendo sus años
para ir tejiendo su existencia
o como los granos que tejen
las mazorcas del
maizal
podremos hacer advenir
el porvenir que aún aguarda
y de una vez fundar otro vivir
donde se alcance la felicidad
Y
de la cumbre de la montaña
entre
la neblina de rocíos brota
el
manantial que baja cantando
en
el susurro de sus borbotones
laderas
abajo construyéndose en río
alegre
corriendo al encuentro del mar
llevándole
en su boca racimos de vida
lo
mismo que mi niño Enzo también
desde
el vientre de su madre corre y
ahora
con más ahínco como el corredor
de
relevo en la larga carrera de la vida
palmo
a palmo conquistando sus años
de
vida alegre y de esperanzas que va
tomando
del almacén de su porvenir
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Y cabalgando sobre vientos alisios
desde aquella geografía templada
sobre el arco del trópico de cáncer
su propio voz flauta nos desgrana
sus seis añitos en canto de alegría
que ofrenda en raudal su risa abierta
como los granos de mazorcas de maíz
que nos embriaga para hacernos vivir
Y
como esos granos de mazorcas
madurados
bajo esta primavera
Enzo
entre Jesús, Gael y Carmina
risa
suelta como espiga de maíz
que
en el viento entrega este trozo
de
vida que también es trozo nuestro
Entonces, no es
sólo feliz cumpleaños
Enzo es también
feliz cumpleaños en la
vida que gracias a
él nos hace alcanzar
y como el molino
que esparce el viento
Enzo nos esparce su
vivir en nuestro vivir
y con él también somos
niño de seis años
porque el amor nunca
es fuerza solitaria
sino fuerza
colectiva capaz de construir
y puede anidar en
un papá, en una mamá
en un hijo o en los
hijos, en un hermano o
un amigo o en el
abuelo o abuela, o alguien
que pasa sin querer
y nos queda mirando
pero en cada uno es
síntesis de fuerzas
que alcanza su
cúspide en la familia y se
prolonga en una sociedad
de hermanos
cuando llegue el
hombre a construirla
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Y un 16 de abril llegó al mundo
el niño Charlie Chaplin
quien en sus 88 años de vida
se hizo mago para sacar
de su sombrero de tristezas
lluvia de alegrías bajo su paragua
para repartirlas y compartirlas
y con su film El chico le recordamos
en estos seis añitos nutridos de Enzo
Una imagen con una sonrisa
y tal vez, una lágrima
