miércoles, 20 de mayo de 2015

Mi madre otro mayo de flores



En el Universo
la fecundación
la gestación
una totalidad universal
en ciclos envolventes
en constante renovación
¡y la madre un gran centro atómico
y los hijos sus electrones!
midiendo a la vida en infinitésimas de tiempo


Y en una de esas infinitésimas de tiempo
todos los días nuevos amaneceres
como ovillos de luces rebobinándose
el hermoso asombro del nacimiento
de la vida siempre perpetuándose
poblando al tiempo y al espacio
pero ¿alcanza al hombre de hoy?
¿por qué se hizo signo de destrucción?
y una de esas infinitésimas
de infinitésimas de tiempo de vida
es el mes de mayo de flores como
también es mi madre que la siento que va
 y  viene del espacio-tiempo inacabado


  
Azucenas y orquídeas con sus tenues
lilas entre sus sutiles pliegues blancos y
amarillos pero desbordantes de ternuras
caen por un soplo cálido nube de rocío
sobre mis párpados entreabriéndoles y
adviene una oleada de ensueños que son los
brazos de mi madre que en amor me anidan
semejando a la misma nube de rocío que
dibuja delicadas filigranas sobre los pétalos

¿Es el viento entrando por mi ventana?
porque mi cabello parece volar como espigas
entre raudales de brisas que se desprenden
de un golpe de aire que entra con mi madre y
siento el mes de mayo donde están abriendo
orquídeas y azucenas como si supieran que
hacen el sendero por donde llega mi madre
y haciendo corona móvil los ávidos polinizadores
cargando el polen para la fiesta de la fecundación
viva floresta que es encarnación del nuevo mayo
la primavera en esta tierra del trópico de cáncer
donde mi madre sigue siendo su brote permanente
como el arcoíris es hijo del sol y la lluvia en el cielo

  

Y mayo de flores es como el arribo de mi madre
en verdad de toda madre que llega con su misión
la consagración de los grandes amores de su vida
el amor a sus padres
el amor a sus hijos
el amor a la vida
amores que prolongan en el nacer de los hijos
para ir fundando la cadena de la vida humana
lo mismo que la semilla se prolonga en el fruto
el fruto en árbol y el árbol en generación de bosques
la misma naturaleza en la consagración de su amor
para la pervivencia de todas las especies en la Tierra
y mi madre es un fruto de ese ritual de consagración
  

Y sí, si es el viento entrando por la ventana
pero ésta vez como reencuentro de madre e hijo
como el alba con la aurora para crear un amanecer
entre soplos de brisas con las que mayo fertiliza
las cosechas preparando la fiesta de las flores
la gran fluorescencia de orquídeas y azucenas
y entre sus corolas también florece mi madre,
Carmen Susana, luciendo entre sus canos cabellos
aquella flor blanca la misma que le deposité en su
siembra con aquellos versos que el viento hizo canción
“en el mar
en la tierra
en el viento
una lágrima en tu siembra
31 de mayo de 1999”
y un  pianísimo allegretto envuelve nuestra alegría


Y cuando entre los espacios de su suelta risa
juntamos nuestros rostros siento la lluvia
el sol y el viento del mar que en el tiempo
tallaron su rostro y en su biografía novenaria
se hicieron habitante entre sus arrugas como si
les contaran sus vivencias en cada huella vivida
porque mi madre es ante todo mujer de alta mar de
Carúpano en donde nació, vivió y parió a sus hijos
y construyó su fogón que maneja sus manos
trabajadoras de donde nacen cientos de arepas
como ver volar palomas blancas de un palomar
y ese constante chisporrear de la leña para
hacerse brasa nos cuenta en colores naranjas
amarillos y purpureas su duro trabajo bajo fuego
que es la consagración de su amor por los suyos

Y mi madre en esa consagración no solo es artesana
de las blancas arepas como la abeja lo es de su miel
sino también lo es para atenuar la dureza de su labor
con la magia de sus manos que comenzando las
noches se convierten en agujas, hilos y tijeras
en el hacer de muñecas de trapos, alpargatas
vestidos y tejidos de varios colores
todo una artesanía del amor que ella entrega
y entre brasas de fogón, ajugas, hilos y aguas de mar
mi  madre amalgama la existencia novenaria de su vivir
      
Así mi madre coce su historia en fuego de fogón
aquella candela que narra los vaivenes de su azar y
que en mayo de flores sopla sus fulgores que siento
trayendo sus vivencias revividas en oleaje de mar
y aquel niño que suele sentarse en las jóvenes tardes
en su piedra mirador a mirar el trajinar de los botes
entregados al constante trasegar de la pesca
y en la proa del bote peñero la silueta de la madre
su risa suelta al viento haciéndole señales de amor
y muriendo la tarde como el fogón que se adormece
entre festones luminosos del ocaso crepuscular
la voz de la madre llamándole desde esa proa y
otra vez son los versos que el viento hizo canción
“en el mar
en la tierra
en el viento
una lágrima en tu siembra
31 de mayo 1999”
y que este mes de mayo de flores en sus brisas
siempre me repica como campanas mañaneras
que tañen desde aquella iglesia de su pueblo

Iglesia Santa Catalina de Carúpano
Y es el 31 de mayo un agolpamiento de vivencias
como la débil llovizna que termina en aguacero y
ahora cuerda de violín en este tiempo de mi vida
ya menguante en cada luna de mayo de flores
y conversamos largo sobre estas vivencias
como si ovilláramos y desovilláramos
una madeja cuya punta del hilo jamás
se sabe si es el comienzo o el final
hijo ¿por qué el amor en este tierra que
habitas es como el afluente que nació joven
vigoroso pero ahora es quebrada seca polvorienta?
Madre, porque el amor también es un exilado
como lo es el hombre dentro del hombre y
a dónde va el hombre va el amor en pos suyo
y ambos andan desunidos escapado del odio
que se ha aposentado en este tiempo
pero luchamos madre se combate por la vida
y en nosotros dos está anidado ese amor
que es parte esencial de ese combate por la vida
aguardando su reparto en un tiempo de porvenir
pero hijo, que ese reparto sea para vivir en verdad
si madre, sí lo será cuando advenga ese tiempo
y así seguimos la conversa hasta irnos a dormir
bajo una espléndida luna de mayo de flores


Y como el reloj de arena contando sus granos
¿por qué estamos desgranando estas vivencias?
porque este día que es hito de mi memoria
es tiempo de vivirlo aún con mayor fuerza para
que el tiempo que acecha jamás llegue tocarlo y
que tu huella se haga cada vez más imborrable
aquél día extraordinario cuando te fuiste a vivir a
tus estaciones primavera, verano, otoño, invierno
y ese día 31 de mayo 1999 como código lo registré
en aquellos versos que el viento hizo canción
 “en el mar”
en la tierra
en el viento
una lágrima en tu siembra”
día y canción mayistas que ahora son parte esencial
de mi memoria que me nutre en este tiempo difícil
y también porque ahora tú navegas de estación en
estación por ese mar por esa tierra en ese viento
nunca olvidando de traerme tu amor consagrado
como aquella lamparita de aceite que enciendes
esparciendo sus luces a los hijos de tus hijos
         
Y despierto bajo sol pero aun en mis iris
bailoteando la misma lágrima prendida
a la flor azucenas enlazada a la orquídea
que caen sorprendiendo a mis parpados obligados
a mirar en ensueños entre instantáneos pestañeos
aquella florescencia alegre que cubre toda la Tierra
y es otro amanecer, otro nuevo mayo de flores
que vivo en la luz auroral del vivir de mi madre
destellando en los amaneceres del mar de Carúpano

La luz aurora sobre el horizonte del mar de Carúpano
la madre perenne que solo viene a consagrar su amor
Y contigo madre en este mayo las madres del mundo
en el oficio de ser madre que no es otro que dar amor
en entrega total a sus hijos y a los hijos de sus hijos
para que éstos también cumplan su oficio de hijos
oficios constantes que irán sembrando un tiempo
que se abrirá en amaneceres que se harán porvenir
únicos oficios para crear la humanidad verdadera
y si alguien quiere oírla, verla, sentirla ella está
aposentada en las notas de un oboe y violín
que navegan sobre el azul verde de ese mar
tejidas entre la luz auroral de su horizonte


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