Y
todo es gestado
en
vientre de madre
y
todos somos
hijos
de hijos
Y esta Tierra hecha sepultura por el hombre
carga la vida bajo umbrela de copiosos llantos
trastocando ilusiones en desilusiones
esperanzas en desesperanzas
hijos de hijos que se marchan
sin saber cuándo han de volver
la muerte regando huérfanos
sueños difíciles de cumplirse
una vida que la madre carga
como equipaje padeciéndola
Y bajo este rutinario padecer
se convierte
¡Stábat matter!
del dolor adolorido pero
que lo atenúa con su amor
labrando su historia para
resguardar a los hijos
Y como un largettho
de piano
llega la floresta erguida de mayo
con su hermosura siempre elevada
ahora eleva la aflicción de la madre
por aquellos hijos que la vida trunca
Carlos Eduardo ¡empezando
su vida
un minueto de piano
que fue roto!
Octavio Raimundo ¡vida en allegretto
de clarinete que no pudo terminar!
José Ángel Ugas ¡partitura
de adagio
de violoncelo abandonado
en el salón!
hijos que querían vivir sus vidas pero
designios de esta vida las obstruyó
la madre les consuela bajo su luz
Ahora madre ¡Stábat Matter
de la aflicción de
la alegría y
del inmaculado amor! llega
bañado su rostro en lágrimas
vestida en sudario lila tejido
de pétalos y pólenes de las
flores de mayo todas violetas
Y con esta belleza violeta igual
al morado de aquel
Nazareno
acusa a los autores de esta
insólita muerte de sus hijos
como el Cristo hombre
acusa
porque ambos tienen la certeza
de que algún día se hará justicia
¡Horizontes guardan
la sentencia!
madre en pasión clama
¡haré justicia!
y en coro unísono
en las alturas como
si fuera Oda a la
Alegría de Beethoven
las madres repiten ¡haremos
justicia!
Y también acusando
responde la naturaleza con
lluvias de pétalos de las flores
azucenas orquídeas y trinitarias
la flor de baile y la flor de mayo
la del guayabo y de la auyama
diciéndole a la muerte de los hijos
¡nuestras simientes continuarán
dando vida para
transustanciar la
injusticia en
justicia verdadera!
Y este juramento unido a
aquellos versos del hijo
“Madre siempre/ en
el viento
en el mar/ en la
Tierra/una
flor blanca en tu
siembra/
gestan arcoíris en las
profundidades del alma
transitando el llanto de
aquel 31 Mayo 1999 a este
triste Mayo 2018 más copioso
Y bajo este firme juramento
conducido por su amor infinito
¡hijos de hijos celebremos
a la madre
por los siglos de
los siglos!