Y horas tras horasla naturaleza deja fluirel maná de la vida quealimenta toda la vida…es la poesía mismatallándose en poemagestante de la vida! Pero este hombre…la persistente paradojala contradicción negativaque constante la obstruye…gestante de la antivida!
Foto 1/jaced
Y en
lugar de sepulturasmejor
sembrar la vida…Y entre tantas en
diversidad de
luces vespertinas cae
aquella
tarde inundando en luz zafiro
al campo santo La primavera… y
siento horas profundas
silenciosas
desde las cruces tejiendo el silencio
parsimonioso bañando a las
tumbas y
calla todo el cementerio La primavera
Y se siente el silencio en
una brisa
rumoreando lejanas
conversaciones
que no sé de dónde vienen
rebotando
y que ahonda la melancolía
de aquel
Cristo blanco pálido roto su torso
que a escondidas entre las
flores
trinitarias parece orar en
voz baja
Foto 2/jaced
Y de sus pies resbala
melancólica
una dulzura que a gotas
caen sobre
marchitas flores que parecen
revivir
en porrones cuyas grietas destilan
tiempos que cuentan sus
fechas
entre versos de viejos
epitafios
…alguien suelta plegarias
que una paraulata les
replica con su canto
Y de las lozas silentes
quejándose
de los soles de mediodías
parecen
que brotan multitud de
manos que
no sé si claman al cielo o están
preguntándome desde las
cruces
pero si siento que quieren tocar
las mías buscando respuestas
Y en vapor ese baño de luz
zafiro
tórnase en sudario sepia
oro que
tiende una paz densa y misteriosa
interrogando…¿quieres saber qué
vidas tuvimos o si es el olvido
la violencia más cruel y sutil
que en verdad nos sepulta?
y la real vida ¿sí la vivimos?
…y arrecia el canto de la
paraulata amortajando
a las plegarias!
Y en bajos susurros se
sienten
pasar horas de conversaciones
entre
los muertos queridos que se avivan
contándose sus haberes y deberes
pero de desamores y desesperanzas
que negaron la vida de sus quereres
imprevistamente hechos inconclusos
por una muerte no deseada
ni mucho menos querida
Horas marcadas por relojes
de
soles y lunas que las tejen
a los
anhelos que los deudos vivos llevan
a las tumbas de sus muertos queridos
volviendo a sus casas con esperanzas
unas revividas y otras ya
perdidas pero
todas humedecidas por las
lágrimas
que quieren ser de resurrección
Foto 3/jaced
Y entre estas horas silentes
siento que la muerte ríe dulce y
su rostro se desencaja al
saber
que algún día ella nunca
más
será lamentada ni maldecida
ni menos causante de terror
sino un Ser bienvenido en
el ocaso de la vida
Y en ese ocaso el acto
solemne de entrega del
testimonio en pergamino
confieso que si he vivido!
…y se oye en coro la
cantata a la alegría!
Y al fin…! sin rupturas
se siente volver el ciclo
de la muerte y de la vida
de la vida y de la muerte
con el despliegue vivo del
vivir de la vida entregando
ante la edad oro de la vejez
el testimonio… sí he vivido!
…cesan las plegarias y ya
sólo se oye la paraulata
cantando la cantata!
Y esa tarde yéndose entre
los
cantos de los grillos y el
ocaso del
canto de la paraulata se
hunde en
el silencio de la noche que
llega
en acordes de voces de corales
lentamente envolviendo
aquella
mujer que delicadamente
recoge
flores blancas de la mata totumo
…y de sus ojos fluye
el amor en el que
dulce nos miramos!
Flor del totumo
Y bañado en luz de luna y
en perfumes de trinitarias
regreso a casa reflexivo
entre las interrogantes
de los muertos queridos
¿cómo hemos vividos…es
el olvido quién nos sepulta?
¿y en verdad llegamos a vivir?
Y llégame melodías de
esa cantata ondulando
sus voces sobre el mirar
amoroso de aquella mujer
que todavía nos miramos
Luna menguante/jaced