jueves, 17 de mayo de 2007

EL HOMBRE: EL MISMO EL PROPIO POEMA (II)


El hombre de este tiempo vive una gigantesca circunstancia: su cárcel. Y es toda ella una historia imprevista, abrupta. Una historia contra la voluntad del hombre y su derecho a la vida. El hombre viene matándose desde hace siglos. A este terrorismo, de ayer, de hoy y el de “mañana”, le oponemos estos textos y este Poema. En síntesis, la Canción de la Vida, de siempre y por siempre:

¡VIVIR!...

¡VIVIR!
Hermosa tarea
Simple tarea
Sencilla tarea

¡vivir!
Si uno quisiera
Si el hombre quisiera…

Por eso...
Por toda la aspiración
que cabe en el pecho



Y Mery Sananes nos habla sobre el poeta Nazin:

Nazim Hikmet (Salónica, 15 de enero de 1902 / Moscú 03 de junio de 1963) verso y palabra tejidos en el interior del corazón, desde la primera vez que vimos deletrear la libertad desde el fondo de un pozo que jamás fue almácigo de agua. Desde entonces nos acompaña dulcemente como una banderola extendida de sueños, como un suspiro que se nutre de la lluvia, como un tiempo que algún día se construirá sin cárceles ni carceleros, hecho a la medida de sus agigantías de amor.


Invitamos a recorrer sus recintos amurallados
desde los cuales dibujó los horizontes sin límite del infinito oficio de vivir. Hizo del planeta su casa, y del grano de trigo que no fue pan para su mesa, un campo servido de flores para festejar la vida. Delineó la condición humana, desde donde le quitaron hasta el aire. Y dibujó sobre paisajes invisibles el paso del viento, el sonido de las aguas, el concierto de la alegría cuando el hombre ama. Surtió la vida con el manantial de su dulzura, como si lo terrible no existiera derramado como un precipicio sobre las pupilas desencajadas de un tiempo sin futuro. Y abrió boquetes como quien siembra membrillares en el huerto imaginario de los espacio de la luz.

Sus versos son andanzas para establecer con ellos un estatuto del vivir. ¿No bastaría acaso para dejar de vivir sobre la tierra como un inquilino, para vivir como una ardilla sin esperar nada fuera y más allá del vivir? ¿No será suficiente comprender que en las cuatro estaciones se encierra todo el secreto de lo vivo y que en las estrellas más lejanas está escrita la lección del vivir? ¿No podremos acaso, armados de flor y arcilla, brisa y rama, aldea y universo, comenzar a edificar la casa del hombre, sin muros ni murallas, sin alcabaleros ni gendarmes, sin legiones de sepultureros, tan solo con la mano extendida hacia el hermano hombre, para sembrarle amaneceres a la muerte?

Ahora, veamos, lo que nos dice el propio poeta:

No vivas en la tierra/
como un inquilino/
ni en la naturaleza/
al modo de un turista/
Vive en este mundo/
cual si fuera la casa de tu padre/
Cree en los granos/
en la tierra, en el mar,/
pero ante todo en el hombre./
Ama la nube, la máquina y el libro/
pero ante todo, ama al hombre/
Siente la tristeza/
de la rama que se seca/
del planeta que se extingue/
del animal inválido/
pero siente ante todo la tristeza del hombre./
Que todos los bienes terrestres/
te prodiguen la alegría/
Que la sombra y la luz/
te prodiguen la alegría/
Que las cuatro estaciones/
te prodiguen la alegría/
Pero ante todo, que el hombre/
te prodigue la alegría


De su libro de poemas Duro Oficio el Exilio, editado por Editorial Lautaro de Buenos Aires en 1959. La traducción al español es de Alfredo Varela, realizada con la colaboración del autor.
www.45-rpm.net/palante/hikmet.htm


ACERCA DEL VIVIR

El vivir no admite bromas./
Has de vivir con toda seriedad,/
como una ardilla, por ejemplo;/
es decir, sin esperar nada fuera y más allá del vivir;/
es decir, toda tu tarea se resume en una palabra:/
VIVIR./
Has de tomar en serio el vivir./
Es decir, hasta tal punto y de tal manera/
que aun teniendo los brazos atados a la espalda,/
y la espalda pegada al paredón,/
o bien llevando grandes gafas/
y luciendo bata blanca en un laboratorio,/
has de saber morir por los hombres./
Y además por hombres que quizás nunca viste,/
y además sin que nadie te obligue a hacerlo,/
y además sabiendo que la cosa más real y bella es/
VIVIR./
Es decir:/
has de tomar tan en serio el vivir/
que a los setenta años, por ejemplo,/
si fuera necesario plantarías olivos/
sin pensar que algún día serían para tus hijos;/
debes hacerlo, amigo, debes hacerlo,/
no porque, aunque la temas, no creas en la muerte,/
sino porque vivir es tu tarea.
II
Sucede, por ejemplo,/
que estamos muy enfermos;/
que hemos de soportar una difícil operación;/
que cabe la posibilidad/
de que no volvemos a levantarnos de la blanca mesa./
Aunque sea imposible no sentir/
la tristeza de partir antes de tiempo,/
seguiremos riendo con el último chiste,/
mirando por la ventana para ver/
si el tiempo sigue lluvioso,/
esperando con impaciencia/
las últimas noticias de prensa./
Sucede, por ejemplo, que estamos en el frente,/
por algo, por ejemplo, que vale la pena que se luche./
Nada más comenzar el ataque, al primer movimiento,/
Puede caerse cara a tierra, y morir./
Todo esto hemos de aceptarlo con singular valor,/
y a pesar de todo, preocuparnos apasionadamente/
por esa guerra que puede durar años y años./
Sucede/
que estamos en la cárcel./
Sucede /
que nos acercamos/
a los cincuenta años,/
y que falten dieciocho más/
para ver abrirse las puertos de hierro./
Sin embargo, hemos de seguir viviendo con los de fuera,/
con los hombres, los animales, los conflictos y los vientos,/
es decir, con todo el mundo exterior que se halla/
tras el muro de nuestros sufrimientos;/
es decir: estemos donde estemos/
hemos de vivir/
como si nunca hubiésemos de morir.
III

Se enfriará este mundo,/
una estrella entre las estrellas;/
por otra parte una de las más pequeñas del universo,/
es decir, una gota brillante en el terciopelo azul,/
es decir, este inmenso mundo nuestro./
Se enfriará este mundo un día,/
algún día se deslizará/
en la ciega tiniebla del infinito/
-no como una bola de nieve,/
no como una nube muerta,/
como una nuez vacía./
Desde ahora mismo se ha de sufrir por todo esto,/
ha de sentirse su tristeza desde ahora,/
tanto ha de amarse el mundo en todo instante,/
se le ha de amar tan conscientemente/
que se pueda decir: "HE VIVIDO"


Traducción ©1970 Soliman Salom
De "Nazim Hikmet: Antología", Alberto Corazón, Editor, 1970, Madrid

Mas poemas http://rehue.csociales.uchile.cl/rehuehome/facultad/publicaciones/autores/nazim
http://www.poeticas.com.ar/Directorio/Poetas_miembros/Nazim_Hikmet.html
www.epdlp.com/hikmet.html

¡Señores, es verdad! La violencia ha sido, y aún sigue siendo, la gran herramienta de “construcción” que el hombre ha utilizado, tanto para llegar a ser lo que hoy es como para modelar la naturaleza en su solo provecho. Y con esta acción llega a conformar un tiempo y una historia para un mal vivir: un modo de vida que hoy rige su vida social.

Pero no es con este tipo de herramienta que estamos comprometidos. No es con este hacer que queremos continuar. Es otro el que queremos contribuir a fundar, otro de signo contrario al actual, y con él, una nueva historia y sociedad de hombres libres. Son muchas las obras de hombres-poetas que señalan este camino. Una de ellas es la del poeta turco Nazim Hikmet. Ellos nos dejaron planteados sus aspiraciones y luchas por un mejor y verdadero vivir.

Sus obras son huellas de sus afanes que nos dejaron. Retomarlas o dejarlas es la decisión crucial del hombre para justificar-prolongar su existencia o seguirla negando. En “elpajaroamarillo” las retomamos, y las iremos dando a conocer. En esta oportunidad, traemos este trozo de la obra de Hikmet, una pequeña muestra de su quehacer, que lo convierte en el poeta de la esperanza y vencedor de adversidades.


DON QUIJOTE

Caballero de la juventud inmortal:
a los cincuenta años se dejó arrastrar
por su idea, que latía en su pecho.

Una mañana de julio salió a la conquista
de lo bello, lo recto, lo justo.

Ante sí: el mundo
con sus gigantes
tontos y malos.
Debajo: Rocinante.
Triste, pero heroico.

Yo lo sé:
si por azar cayeras en la pura nostalgia
y tienes además un corazón más blando que la nieve,
no habrá más caminos, Don Quijote, no habrá más caminos.
Hay que luchar con los molinos.

Tienes razón.
Sin duda, tu Dulcinea es la mujer más bella de la tierra.
Sin duda hay que gritarlo a la cara de los hipócritas.
Te arrojarán a tierra.
Te apalearán ferozmente.
Pero tú, paladín invencible de nuestra sed,
seguirás ardiendo como una llama
firme dentro tu coraza de hierro.

Y Dulcinea se volverá doblemente bella.


Nazim Hikmet.


Y lo reafirmamos: también saldremos con Hikmet, a la ”conquista de lo bello, lo justo, lo recto”. Haremos caminos enmendando “yerros” para abrir sendero ancho al ”Canto a mi mismo” que Walt Whitman nos deja en sus HOJAS DE HIERBA..
Y de “enmendaduras” a “enmendaduras” cerraremos la brecha. Y juntos todos, de la mano de Vincent Van Gogh, llevaremos a realidad la pincelada de sus GIRASOLES,
con la misma fuerza de sus palabras: “encuentra bello todo lo que puedas”, reafirmada en su hermosa enseñanza: ”Es bueno amar tanto como se pueda, porque ahí radica la verdadera fuerza, y el que mucho ama realiza grandes cosas y se siente capaz, y lo que se hace por amor está bien hecho”.

Y frente a la violencia que hoy rige nuestras vidas, y que nos obliga a caminar dentro de una historia que nos es ajena, empuñamos los fuegos y fuerzas de estos poetas-hombres para salir al combate por la verdadera vida:

Porque creemos
en estas fuegos fuerzas
en este camino
en este ”Canto a mi mismo”
en este mucho ”amar tanto como se pueda”
en este amor
en ”esta verdadera fuerza"
de todos nosotros
¡poetas-hombres!
Porque todo lo que esté hecho
”por amor está bien hecho”

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