Si nos alejamos del ruido del mundo
para ver el
pentagrama donde nace el sol
y nos sumimos en
el paisaje plenitud verde
almacén de clorofila
que da vida real
veremos las
hojas estremecidas al viento
y energizadas
por ese sol
que aunque
guindan viven en alegría
como nuestros
hijos aprendiendo
hacerse bosque
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A mis hijos
mariale gaby analaura
juan jorge
¿y mihaela?
pero más a sus
hijos
que también
darán hijos
y viviré en varios tiempos
y viviré en varios tiempos
Mihaela Ursuleasa
No te conocía, no sabía quién eras. Y cuántas
cuántos no habrán como tú sumidos tras el muro de la ignorancia que cierra
posibilidades de vivir en ráfagas libres de músicas que bien podrían tocarnos, vivificarnos,
aunque sea en el instante que suene el viento en alguna ventana inadvertidamente
entreabierta.
Y
un día supe de ti por un vuelo de palabras http://embusteria.blogspot.com/2012/08/algarabia-de-mihaela.html:
apasionada oficiante pianista rumana,
de ascendencia gitana (Brasov, 1978-
Viena, 2.08.2012) Y fui indagar tu presencia hasta una terrible noticia:
dejas este mundo a los 33 años, en una noche que tú misma ni sabías que llegaba,
ni mucho menos conocías la decisión que portaba. Y sin darte tiempo a nada te
obliga partir, dejando conciertos pendientes. Llego a conocer que empezaste a
los 5 años, y ya a los 7 en público diste tu primer concierto, el de Joseph
Haydn en re mayor. Y en Viena, desde los 12 años te entregas al estudio
profundo de la música. Muchos fueron los conciertos que diste en escenarios
mundiales. Pero tu prodigio torrente se detiene el 2 de agosto 2012, a pesar de
la fuerza que traías por las tantas innumerables melodías que tus manos y alma
habían interpretado en tantas largas noches, pero al parecer tus manos no
supieron leer el código agazapado, escondido, porque seguramente siempre
estabas ocupada en tocar estremecida “esa música de un país del alma” como lo hizo
JS Bach, Beethoven, Chopin. Y una vez dijiste: mi relación con la vida es la
misma que con la música: ‘lo entrego
todo, en cuerpo y alma’. Pero, además de su inmenso legado
musical, deja una fortuna inmedible: su hijita de 5 años. Y en silencio
pregunto al silencio, cuándo encontrar el mundo donde no ocurran
acontecimientos que tanto lastiman.
Pero aún así continúo sin conocerte, al igual
que algunas posibilidades de vivir, tantísimas como tú tras esto que llaman
vida. Y apenas llego a saber de ti por esta pincelada, fugaz trazo como una doblada
corchea negra que admite la pena. Y en este brevísimo conocer -"embustería"- que no es
conocerte fui a buscarte en algunos de tus conciertos de piano: Chopin,
Beethoven, Brahms, Ravel, Liszt, Mozart y llego a ver como los resucitas en el
festival de tus arpegios, y ratificas que ellos también son eternas
posibilidades de vida, como la música misma anegando el universo.
Pero cuando veo tú imagen en algunos
conciertos, verterse en el piano como si fuera hoja al viento, parecieras ser prolongación de ese
piano o ese piano tu propia prolongación, y su tecleado no más que la
terminación de tus dedos haciendo aflorar los exactos acordes de un nocturnal.
Pero si llegué saber o mejor percibir que esa música que hace brotar tus manos
sobre el tecleado, viene a ser la misma encarnación de tu alma que pronto hace
nido en todas las que te escuchan. Y es tal la vivaz pasión como acometes la interpretación
que todo tu ser se convierte en una catedral
de cristal de sostenidas notas vibrantes que inunda todo lo que toca, hasta alcanzar
al ser en un estremecimiento indefinible.
Pero a pesar de las tristezas que hoy flotan sobre el mundo, pude percibir en
un instante de tu magia gitana la certidumbre que pese a todo somos portadores
de una condición esencial que nos hace humano, aún no concienciada por una
maraña de iniquidades. Pero que tú sabes transponerla en las melodías que tocas
como el verdadero canto a la vida que convoca a desmontar los trapecios y
triángulos, y desenredando sus ángulos vivir sobre sus líneas horizontes.
Y en ese sagrado acto de desenredar lo enredado para llegar alcanzar el pleno acto de vivir, solo invitamos a dos conciertos de piano: el de Chopin y Liszt
Y en estos dos enlaces siguientes damos su perfil que
en sus líneas rostro nos hablan de quién es Mihaela Ursuleasa, para guindarnos
de su música, y aunque guindado como esperanza que clama realizarse,
simplemente tratar de vivir en estos
trozos musicales que nos ponen por encima de este mundo que contiene la actual
vida.