jueves, 30 de agosto de 2012

Gäel un sueño de 6 años

De la pupila de un niño
nacen horizontes índigos que cruzan
océanos para ir descifrar el código
y vendrá el día que habrá que navegarlos
siguiendo su dirección cardinal
y anclar el sueño antiguo del hombre
sobre una tierra firme aún por conocer
amar al niño es vivir
















Frente al mar olas tras olas llegan a la playa de brazos abiertos
para mantener siempre viva la vida infinita entre rocas y arenas
y una de ellas pequeña pero mina de tantísimas otras
capitán al timón la luna de agosto en un bajel de viento aventurero
trae un luminoso signo: 6 años en un crepúsculo de colores vivos
cantando ristras de porvenires en libres sonatas
que arremolinan alborotos de risas en mantos de espumas
joven pergamino que como vela despliega la biografía de Gäel
conjunción presente y futuro un solo camino en su horizonte


Y hasta hoy son 6 años vividos en alegría y que paso a paso habrá
de sumar otro que marcará la huella indeleble de su arribo
a la cálida tierra africana: síntesis de sol y agua en verde para vivir
donde habrá de unir su camino a las huellas del hombre originario
aquél que de África partió con la gran misión de hacer un mundo
de hombres hermanos para un vivir solidario que lo hiciera feliz
y ese horizonte ahora teñido en canela podrá abrirse en abanico
como alegres palmeras que baten sus palmas para festejar la vida


Y en mi piedra mirador diagonales que se izan desde el mar Caribe
ahora contemplaré su figura alegre correr por las playas de Gabón
aguijoneado por el reír de flores de Enzo y Carmina























como él mismo lo hacía por la ribera del hermoso rio La Sena
durante aquellos alegres paseos en el verde parque “La Courbiere”
cuando alborozado corría tras los barcos que surcan su cauce
lanzando gritos como si su correr fuera un cartero de aleluyas









y otras veces observando el solemne correr de las aguas
como tratando de descifrar los signos que asume suyos
quizás para probar que en sus genes hay sangre marinera
la vocación navegante que hasta hoy alcanza 6 años de vida que habrá de seguir prolongándolos en esa línea horizonte
y me digo
 que maneras de darnos lecciones para vivir en presencia
del majestuoso rio La Sena en asombroso silencio aguas abajo
en su propio paisaje vivo verde habitado de pocas
gaviotas gansos patos y cisnes que aún quedan en su costa




Y desde esta piedra marina a donde cariñoso llega su recuerdo bajo
los acordes de un nocturno en do sostenido menor de Fréderic Chopin
con esperanza soplo su vela blanca para hendir el mar: niño velero adelante!











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