domingo, 1 de enero de 2017

Y en estos días vino mi madre




Y como estos hongos o
este helecho brotando
 de grietas ¡viven!
también mi madre
en este retrato ¡vive!














Y despierto frente al querido retrato
de mi madre iluminado por su permanente risa que
hace brotar el anhelo de otro tiempo con otros signos
tiempo que ella labraba con su trabajo su goce de vivir
otra historia que quiso abrir por el amor a sus hijos
coherente con el código del canto de los pájaros
pero el vuelo alegre soltando sus cantos cruzando el azul cielo
desprenden un vivir que el hombre todavía está lejos de tener
vivir como el que aflora la risa de mi madre centro de su amor

Y en este hombre ya hecho gentío me sumerjo y el rictus
de su frente expectante me envuelve como un manto frío
esa espera anhelante desde un puente que congela su reír
exhalante de una vieja musicalidad de acordes rotos
brotando de oxidadas calles de faroles de pálidas luces
pretendiendo ofrendar un optimismo que cada año repite
pero que su risa y aparente alegría lo dejan suspendido
¡Oh madre! ésta no es la navidad que tú me enseñaste
¿por qué el grito llanto alegría del niño es ausencia
que nos incuba un vacío que niega lo espiritual?

Y guiado por la risa de mi madre llego a lugares públicos
a los árboles cuyas ramas testifican cantos enmudecidos
porque los del pájaro los del viento andan en viejos exilios
este hombre mutándose a multitud de rostros ansiosos
la misma plegaria la misma oración
el rezo constante la misma historia
ya fluyente en gritos que escapan modulándose en eco
¡pero hijo mira a tu lado! ¿ves esos hongos blancos de
sombreros brotando alegre de las grietas de la tierra?


Y el murmullo del agua subterránea borboteando
queriendo abrirse paso entre los tamices de la erosión
¡quiero brotar! ¡denme mi luz! ¡soy el hijo!
y ¡por qué arrebatan la ofrenda de la vida!
¡señores es nuestro el derecho a la vida!
pero madre ¿estoy tan hondo que nadie oye?

Y abordo el transporte público atestado
¡qué rostros con surcos de exilados!
arrugas hondas y desesperanzas tocando fondo
pero queriendo nutrirse de la alegría que no llega
bebés acurrucados mamando la teta de la madre
mientras mira ausente con algunas chispas encendidas
pero madre ¿esas chispas no son la misma vieja esperanza?
sí hijo los son! sus arrugas en la frente con gotas de sudor
destilando aquella que viene de lejos todavía con la misma
vestimenta de la inconfundible madre esperanzada
¡Y por eso hijo ella sigue teniendo sus hijos!



Y es hombre mujer o niño ya degradados a muchedumbre
fijos sus ojos mirando lejos algo que parecen agitar manos
alguien encorvado hundiendo sus manos ansiosas que buscan
bajo su mirada endurecida sosteniendo la subsistencia pero
sus ojos combatiendo para que su pavesa continúe encendida
y madre ¿estás oyendo como yo esas campanas doblando?

¡Si hijo las oigo y veo al hongo que se afinca aún más en la tierra!
¡oh madre! es la muerte causada por hambre falta de medicinas
quiebra de la asistencia médica y las ya frecuentes masacres
de Venezuela Haití México Aleppo en Siria
Medio Oriente donde las balas insisten en rasgar sus carnes
tierras antiguas de África siendo asoladas por la hambruna
China vendiendo barato las fuerzas de sus obreros y del engaño
buscando cómo renovar sus antiguas dinastías sobre el mundo
y ese desfile de ejércitos de hombres mujeres niños viejos que
para darle cualquiera identificación ahora les llaman refugiados
el terrorismo en los EEUU y la Unión Europea cavando sepulcros

Y ¡madre esa fábrica en serie de muertos que marcan siglos!
son los pendones negros que presiden la muerte de este mundo
y los niños cayendo sobre su sangre como las cintas que los atan
¡oh  madre! como lamento empañar tus ojos tu risa con mi tiempo
¡hijo nunca he sido de este mundo vivo en los azules de tu alma
y los dos en todos los tiempos con ellos haremos fuerza rebelde
para nunca detener el combate por la vida hasta hacerla triunfar!

¡Y dime madre! sobre este mundo de carnes rasgadas
hambrunas epidemias masacres refugiados terrorismo
¿es posible celebrar reales y verdaderas navidades?
¿para quiénes? ¿para individuos o grupos particulares?
¡oh hijo una navidad es nacimiento fiesta para todos!

 Pero hijo por el momento fijémonos el cómo esos
hongos como milagro brotan de la tierra ¡la vida!
y mira esas rendijas por donde irradiante pasa la luz
que despiertan a los esporangios del helecho ¡la vida!
¡oh hijo! yo mismo anidada entre tus fibras ¡la vida!
¡oh madre las simientes milagros de tu hierba en ciclos
siempre simiente a hierba y hierba a simiente ¡la vida!



Y de esas simientes forjarse la espiritualidad propia
fuerzas interiores anidadas en el corazón en el alma
ya con el primer grito llanto alegría del niño ¡la vida!
y de ella emerger el goce del vivir verdadero auténtico
pura manifestación de vida para la que nacimos ¡la vida!
y nunca gozo individual o de grupos particulares que
se apropian de bienes materiales para comprar alegrías
sino goce para todos para el hombre haciéndose ser social
porque disfrutarán de condiciones espirituales y materiales

¡Oh madre tu fuente de donde heredo espiritualidad!
entonces, sí podrá brotar la navidad pero como natividad
que es celebración permanente por el nacimiento de la vida
nacimientos ¡oh nacimientos! punto de partida de la vida
¡Oh madre! madres con sus vientres pariendo los niños
hijos sin cesar naciendo a la luz para crecer ¡crecer!
hacerse hombre pero hombre que ame al hombre
viviendo en permanente hermandad social y en
ese curso construir esta espiritualidad que hace de
la vida pura pasión de goce de vivir real y verdadero
¡oh madre como éstas tus flores predilectas como la
Azucena amarilla salpicada de besos violetas
y botones para que nunca detenga el nacimiento



Y esta espiritualidad fluyente en esta flor
porque es tu flor como de toda madre perenne
es la fuente de la pura pasión por la vida que
habrá de advenir en un tiempo porvenir que se viene forjando
donde los hombres ya no exhibirán capacidades de compras
de bienes materiales para solo celebrar navidades materiales
sino única capacidad espiritual para único gozo del vivir la vida
auténtica construida con las simientes de los hijos de los hijos
¡oh madre! las madres pariendo las espiritualidades originarias
igual que del primer grito llanto del niño nacen las alegrías
como también de ti la pura natividad que tomo para
celebrar cada nacimiento que acontece en la vida




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