La noticia estalla en mis ojos:
“una bomba explota en las manos de un niño”
el poema tiembla en sus cimientos
amenaza caer
pero lluvias de niños ocupan su lugar
con cestas de polen en sus manos
para otra vez cerrar la herida
las columnas del templo resisten el empujón
esta vez este “Sansón” no puede derribarlo
y excelsos cantos a la vida ascienden
en vuelos de mariposas y colibrís
la madre ríe la flor abre
el niño trae la vida!
En el jardín de la vida
desde niño vengo recogiendo flores
que luego ofrendo en el altar del vivir
y esta vez de un portal a donde siempre voy
recojo esta flor
cuando aún es apenas botones niños
pero ya traviesos porque quieren hablar con el sol
preguntarle si es él quien le da la vida
o es la tierra en donde se ven nacer
y sin interrumpir el diálogo a punto de empezar
quise seguir sus cuantos días de su vivir
sin saber su nombre ni que flor llegaría a ser
hasta verla alcanzar su esplendor:
concierto de música y color
Primer día |
Segundo día |
Y del sol de
la tierra
simplemente mana la sustancia que le da la vida
y en este dar y añadir solo son audibles los sístoles
la tierra
simplemente mana la sustancia que le da la vida
y en este dar y añadir solo son audibles los sístoles
y diástoles de la clorofila que palpita
en la cabecera del rio de savia
que corre por las nervaduras de las hojas
que irá a cuajar en frutos para la ofrenda
el misterio de la vida que sólo ella
sabe entender y disfrutar
¿y el hombre?
cómo saberlo si la violencia
no deja espacio en su vida
y por eso la vida continúa en enmarañado misterio
Pero la flor si atesora ese saber
que abre en unos cuantos pasos de su andar
un poema que constituye su propio vivir
Tercer día |
Cuarto día |
Y así la flor
el mismo poema que es todo ser vivo
nos entrega el qué
el cómo el por qué
el para qué vivir
la flor simplemente síntesis de interrogantes
que esperan desde tiempo inmemorial pero
un ser que enseña cómo debe ser el vivir
como también el rio que corre hasta llegar al mar
como el sol hacia el ocaso abriéndose en crepúsculos
la luna deshojándose en bajamar y pleamar
el libro de los amaneceres en albas y crepúsculos
y como también los niños como una enciclopedia
al nacer ya conocen este hermoso misterio
este asombroso poema que anida en sus pupilas
ante cada naciente sol de esplendores amaneceres
y por eso él es pura alegría en la primera sonrisa
o puro amor en su primer llanto que entrega
como aquellas primeras hojas vesperales
antes de acunar al primer botón de la flor
como la madre antes de gestar el embrión de su hijo
Quinto día |
Sexto día |
Y ahora sé
cómo cuándo para qué
empieza la flor
de hoja en hoja hacerse poema
ahora sé como cuando para qué
concluye la flor
el poema florecido madurado en cúmulos de polen
y como cuando porqué nunca tiene fin la flor
jamás agota su vivir
el poema abierto como aquella madeja
que nunca termina en su última puntada
aunque le llega el amor
sino que todo es un recomenzar
suma infinita de granos de polen
para la fiesta de la polinización
la resurrección de la vida
Séptimo día |
Octavo día |
Y ésta vida este inconcluso poema
también es ofrenda para el hombre
pero tiene que hacerlo suyo como la flor lo hace
para serse
y ser como al principio él mismo el universo
porque el vivir humano
habrá de dejar de ser la simple madeja de la historia
misterio en interrogaciones que esperan develarse
porque deberá ser el poema de la vida
que empieza al nacer
cuando adviene el niño
como el universo desde el átomo
simplemente vivir
como lo hace esta flor en sus cuantos días
que sólo llega morir sólo para recomenzar el vivir.
Noveno día |
Infinito día |
Entonces,
nacer para vivir
vivir para morir
pero solo morir para vivir
sólo vivir